La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que si los impuestos sobre el tabaco se incrementasen un 50 % se reduciría en tres años el número de fumadores en 49 millones y se le salvaría la vida a 11 millones de personas.

Con ocasión de que mañana se conmemora el Día Mundial contra el Tabaco, la organización reveló que de esos 49 millones, 38 millones serían adultos que abandonarían el hábito de fumar, mientras que 11 millones restantes serían jóvenes que no se convertirían en nuevos fumadores.

"Aumentar los impuestos del tabaco es la manera más efectiva y menos costosa de reducir el consumo y salvar vidas", dijo la directora general de la OMS, Margaret Chan.

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El consumo de tabaco es considerada la principal causa de muerte que puede evitarse. Anualmente, seis millones de personas mueren por causas relacionadas al tabaquismo, de las cuales 600.000 son fumadores pasivos.

El Día Mundial sin Tabaco se dedica este año a los esfuerzos por concienciar a los gobiernos sobre la importancia crucial que tienen los impuestos sobre el consumo de tabaco y, por ende, sobre la salud.

Está demostrado que con el aumento de los impuestos algunos fumadores dejan totalmente de fumar: algunos jóvenes no empiezan a consumir; y los que no lo dejan, en muchos casos reducen el consumo.

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Los beneficios para la salud son casi inminentes tras dejar de fumar: solo 12 meses después de haber abandonado el vicio, el riesgo de un ataque al corazón se reduce a la mitad; y tras diez años sin fumar, el riesgo de cáncer disminuye en la misma proporción.