Los crecientes niveles de dióxido de carbono en la atmósfera podrían afectar la calidad nutricional de algunos de los alimentos cultivados más importantes del mundo.

La noticia fue expuesta este miércoles, por investigadores a cargo de distintos experimentos que simularon las condiciones ambientales esperadas para mediados del siglo. 

En un ecosistema simulado con las concentraciones de CO2 proyectadas para la Tierra en el 2050, los nutrientes zinc y hierro disminuyeron en el trigo, el arroz, la soja y los guisantes. 

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Los expertos hicieron crecer 40 variedades de seis granos y legumbres diferentes, incluyendo maíz y sorgo, en siete localidades en tres continentes: Japón, Australia y Estados Unidos.

"Esto es importante porque casi 2.000 millones de personas reciben globalmente la mayor parte de estos dos nutrientes (zinc y hierro) comiendo cultivos", dijo el profesor de biología en plantas de la Universidad de Illinois Andrew Leakey, uno de los investigadores.

Los científicos dijeron que estos descubrimientos apuntan a una de las principales amenazas vinculadas al cambio climático.

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El doctor Samuel Myers, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, quien lideró el estudio publicado en la revista Nature, dijo que ya existe un problema de salud pública significativo en partes del mundo por la ingesta inadecuada de zinc y hierro.

Myers dijo que esto afecta al sistema inmune y vuelve a las personas más vulnerables a la muerte prematura por enfermedades como la malaria, la neumonía y la diarrea.

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Y agregó que el déficit de hierro está vinculado con incrementos en la mortalidad materna y anemia, además de una reducción del coeficiente intelectual y de la productividad laboral.

Los científicos han buscado medir el impacto del cambio climático sobre los seres humanos en las próximas décadas, incluyendo los efectos de los niveles del CO2 que han estado incrementándose debido a la quema de combustibles fósiles, desde la llegada de la Revolución Industrial.

Actualmente la concentración atmosférica de CO2 en la Tierra es de unas 400 partes por millón y continúa creciendo.