El 84% de los jóvenes entre estas edades reconoce que consume bebidas azucaradas (gaseosas o bebidas energizantes, o jugos procesados), según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut-Ecu) realizada entre el 2011 y 2013 en Ecuador.

Dentro de ese mismo grupo se estableció que el 50,5% elige comida rápida, como papas fritas, hamburguesas, salchipapas, hot dogs, pizza, etcétera, mientras que el 64% admite el consumo de snacks salados y dulces.

La nutricionista Adriana Salas, del departamento de Promoción para la Salud de la coordinación zonal Nº 8, recomienda a los padres de familia estar pendientes de la alimentación de sus hijos ante el inicio de clases, y evitar en especial el consumo de snacks.

Publicidad

Salas sugiere que los refrigerios son una parte importante de la alimentación en niños y adolescentes porque de ahí se obtiene la energía necesaria para continuar la jornada educativa.

Wendy Gavica, directora de Promoción para la Salud, destaca que un refrigerio saludable debe reunir 200 calorías mínimo, por eso es vital reemplazar las bebidas gaseosas por agua.

Para conocer las condiciones en las que funcionan los bares escolares y los productos que venden, la Arcsa (Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria) inició el pasado viernes una encuesta a 2.845 bares de instituciones educativas públicas y privadas que hay en Guayaquil, Samborondón y Durán.

Publicidad