Con el retorno a clases los padres no solo deben preocuparse de que sus hijos saquen buenas notas, sino también de que se alimenten bien porque de ello dependerá su desempeño en el aprendizaje.

Este régimen alimenticio debe estar encabezado por el desayuno, el que no hay que saltarse por ningún motivo, indica Jacqueline Calderón, pediatra y máster en nutrición.

Refiere que los padres no deben pensar que pueden compensar este requerimiento enviándoselo en la lonchera para que lo coma después.

Publicidad

Añade que esta comida es parte del 10% de los requerimientos de alimentos del niño en el transcurso del día.

Celia Luna, jefa del Centro de Nutrición del Hospital Luis Vernaza, indica que el desayuno es el que le va a dar toda la energía para iniciar y continuar las actividades durante la jornada diaria del estudiante.

Dice que los padres deben tomar en cuenta que después de la merienda el menor pasará un periodo de seis a ocho horas sin ingerir alimento y si no desayuna hasta el recreo serán 12 a 15 horas.

Publicidad

Comenta que los niños, al igual que los adultos, gastan energía durante el día y que la necesitan para mantener funciones vitales como: respirar, para que lata el corazón y mantener la temperatura del cuerpo.

Si el pequeño consume menos del 10% de su requerimiento alimenticio el cuerpo va a comenzar a utilizar la energía de reserva que sería la grasa, después tomará la masa muscular entre los que no solo están las extremidades, sino también el corazón, el tubo digestivo, el estómago, el intestino, que se afectarán si esta condición se mantiene por más tiempo.

Publicidad

El desayuno tiene que contener proteínas, hidratos de carbonos y grasas buenas, complementando con las vitaminas. Se debe poner un carbohidrato, que puede ser un pan; una proteína que puede ser pollo, atún, jamón de pavo o minihamburguesa de carne; y alguna fruta, recomiendan las especialistas.

Luna dice que el agua no debe faltar en esta comida y tampoco en la lonchera y se debe evitar los jugos azucarados, los embutidos y frituras.

En tanto, la pediatra Calderón recomienda que una semana antes de empezar las clases los padres empiecen a levantar más temprano a los chicos para que desayunen como si se fueran al plantel.