Por Checo Pérez

Anna Bonnet en la voz y Miguel Hoyos alternando saxo tenor y saxo alto, mezclados con pistas percusivas y de teclados, brindaron un concierto de calidad. Anunciado como “lo mejor del swing”. El ambiente entre Fussion y el Embarcadero 41, en Plaza Lagos se llenó del romanticismo imperante durante la segunda guerra mundial, años dorados del swing en U.S.A.

Let’s fall in love (Enamorémonos), toda una pieza de museo expresando un romanticismo, hoy inexistente, combinó un saxo alto amortiguado y la voz adecuada de Anna para este swing.

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Ella, cantante versátil por excelencia, le dio un giro juguetón a la solemnidad de Blue Moon y Miguel mucho ritmo con un saxo tenor combinado con pistas de teclados. La ultrarromántica More y sus “notas azules” fueron seguidas por Night and Day, compuesta por Cole Porter e inmortalizada por Frank Sinatra. Otras, que siguieron en el programa, jamás se le ocurrieron cantar a una mujer. Anna Bonnet no solamente canta muy bien, sino que se atreve a lo que ninguna otra.

Interpretaron la preciosa banda sonora de The Days of Wine and Roses contrastando la intimidad vocal de Anna con el hermoso sonido de un saxo tenor interpretando un swing-jazz rítmico mejor que el original.

Fly Me to The Moon canción netamente masculina de Sinatra es difícil cantar en registros altos pero ya en I’ve got you under my skin, la audacia de Anna funcionó utilizando registros medios, con estilo sensual, y de fondo el saxo tenor de Miguel tocando en gran forma, para ofrecer al público canciones históricas, inaudibles en el medio.

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De canciones masculinas, Anna se fue a la más femenina, que resultó lo mejor de la noche. All of Me (Toda de mí) paradigmática de la sensualidad en el jazz vocal femenino, nos ofreció un sensacional performance de Miguel Hoyos con gemidos de un saxo tenor que se mezcló en gran ritmicidad con pistas percusivas.

La imaginación de Anna y Miguel cambiaron la velocidad de Cheek to Cheek, creando un Jitterbug, muy rápido, baile de la época (años 30) predecesor dancístico del rock’n roll clásico de los 50 para así evadir la cursilería. Ya en For Sentimental Reasons de Nat King Cole, con el timbre romántico más hermoso de Anna, se paró a bailar una pareja que no pudo resistir su embrujo, el de Miguel y el ambiente.