El cantante puertorriqueño Cheo Feliciano fue enterrado este lunes en su Ponce natal, ante cientos de personas, entre ellas muchas de las grandes estrellas de la salsa, y tras una multitudinaria despedida de dos días en la capital de Puerto Rico.

Familiares, amigos, compañeros y seguidores de Feliciano acudieron al cementerio La Piedad del pueblo natal del fenecido cantante, unos 120 kilómetros al sur de San Juan, para darle su último adiós.

Esta leyenda de la salsa y el bolero falleció el pasado 17 de abril, Jueves Santo, en un accidente de tráfico a los 78 años. Desde entonces se han visto multitudinarias despedidas de sus compatriotas y recuerdos desde otros muchos lugares del mundo.

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'Papá de los salseros'

Entre los compañeros que acudieron este lunes al camposanto estaba el compositor Ramón Rodríguez, para quien Feliciano era "el papá de todos nosotros", al que no le faltaba tiempo para demostrar su "carisma y nobleza" con cualquier persona.

"Había que rendirle homenaje a una persona que fue tan grande para nosotros", resaltó Rodríguez, compositor de algunos de los temas que grabó Cheo Feliciano, como 'Periódico de siempre' y 'Por más que viva'.

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La cantante Yolanda Rivera fue otra colega que acudió a darle el último adiós a su compueblano, al que conoció sin embargo en Nueva York en la década de los 70 y al que describió como un ser humano de enorme generosidad.

"El significado de Cheo es inmenso: Como maestro de salsa, un ejemplo como cantante, y también una persona muy humilde y sencilla", destacó sobre "un pionero nuestro de la salsa, reconocido en el mundo entero".

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A ritmo de sus éxitos

El sepelio contó con la presencia también de centenares de personas, que acudieron tanto al cementerio como a los márgenes de la carretera que conducen a él mostrando carteles caseros, recortes de periódicos o álbumes y todo tipo de mensajes dirigidos al fallecido cantante.

Antes de que llegara el carro fúnebre con el féretro al cementerio, varias furgonetas que cargaban grandes equipos de sonido estuvieron emitiendo algunos de los grandes éxitos del fallecido artista, como 'Anacaona', 'Amada mía' y 'El ratón'.

Previamente, el carro fúnebre transitó por el centro de Ponce y pasó por la Calle Guadalupe, donde el cantante se crió y donde este lunes también decenas de personas le rendían tributo.

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Antes de que sepultaran a Feliciano, su cuerpo fue expuesto en el Centro de Convenciones de Ponce, al que acudieron algunos familiares del fenecido cantante, así como el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla; el secretario de Estado, David Bernier, y el presidente del Senado, Eduardo Bathia.

Entre quienes recibieron el féretro en su ciudad natal se encontraban también las decenas de personas que llegaron en autobuses fletados por Hogares Crea, institución que ayuda a la rehabilitación y tratamiento de adicciones y a la que Feliciano recurrió en su día para superar la dependencia de la heroína en la que cayó cuando vivía en Nueva York.

Igualmente, por allí desfiló durante la mañana de este lunes, festivo en Puerto Rico, cerca de un millar de personas que, como ya ocurriera durante el fin de semana en San Juan, despidieron al reconocido músico al son de sus propias canciones.

De hecho, el féretro fue recibido muy de mañana en el centro ponceño de convenciones por unos pleneros, que dedicaron al gran bolerista fallecido varios coros de plena, uno de los ritmos autóctonos puertorriqueños.

La alcaldesa de Ponce, María 'Mayita' Meléndez, fue la encargada de colocar sobre el féretro de Feliciano las banderas de Puerto Rico y de Ponce.

La Centenaria Banda Municipal de Ponce y la Coral Municipal están encargadas de amenizar las horas en que el cadáver va a estar expuesto en el centro ponceño de convenciones.

Presencia de artistas

Allí también acudieron algunos otros destacados artistas boricuas como Jerry Rivas y Charlie Aponte, miembros de 'El Gran Combo' de Puerto Rico, y el compositor Roberto Angleró, quien contó que conoció a Feliciano en Nueva York cuando este pertenecía a la orquesta de Joe Cuba durante una presentación en el Club Palladium.

"Esa noche me impresionó su forma de cantar y desde que regresó a su patria siempre fuimos buenos amigos", relató Angleró, quien sin embargo, lamentó que tanto a él como a Feliciano les faltó el trabajo en Puerto Rico.

Resaltó, no obstante, que José Luis Feliciano Vega, su verdadero nombre, "entregó su alma con su arte y ayudaba a todo el mundo" a que fueran mejores personas.

"Cheo fue una marca registrada en Ponce y el que lo imite será castigado por el público con un rechazo, porque esa voz es única. Es de los pocos cantantes que dejan una seña en el camino", aseguró Angleró.

Durante el sábado y el domingo, el cadáver del cantante fue expuesto en el coliseo Roberto Clemente de San Juan, uno de los mayores recintos de la capital, donde máximas figuras del género caribeño de la salsa acudieron a despedirlo.

Así, por ese recinto deportivo y de espectáculos pasaron durante este fin de semana artistas de la talla de Rubén Blades, Gilberto Santa Rosa, Luis Enrique, Tito Nieves, Ismael Miranda, Andy Montañez, Domingo Quiñones, Juan José Hernández y Moncho Rivera.

Homenaje musical

Al más puro estilo caribeño, el velorio se convirtió en toda una celebración de su música y durante todo el fin de semana no dejaron de oirse sus canciones y otras en su memoria.

El domingo incluso se organizó un concierto con sus exagrupaciones 'Las estrellas de la Fania' y la orquesta 'Salsa Giants'. Esta última se desplazó desde Acapulco (México), donde el sábado ofreció una actuación a la que estaba previsto que acudiera el propio Feliciano.

Como ellos, muchos otros artistas, que quisieron hacerle lo que se conoce como una guardia de honor, ofrecieron su música a modo de un último adiós que logró incluso que la viuda, Socorro Prieto (conocida por todos como Cocó), se uniera a los músicos en un ambiente festivo y familiar que fue retransmitido en directo por televisiones y emisoras locales.

Feliciano murió al estrellarse su automóvil contra un poste de cemento del tendido eléctrico muy cerca de su residencia, en la urbanización Venus Gardens, a las afueras de San Juan.

Al cuerpo del cantante, que esa noche regresaba de un casino que frecuentaba en el centro de la ciudad, se le ha realizado una autopsia para determinar las causas de la muerte, puesto que no se detectaron señales de algún frenazo que indicaran exceso de velocidad. El fallecido viajaba sin el cinturón de seguridad puesto.

Está previsto que de aquí, el féretro sea llevado hasta el cementerio de La Piedad, después de atravesar Ponce por el centro y pasando frente a la calle donde residió.

Será enterrado durante la tarde de este lunes, que es festivo en Puerto Rico en memoria del escritor y político José de Diego, uno de los grandes defensores del idioma español en la isla.