Motivados por su fe, varios feligreses partieron desde Guayaquil para estar presentes en la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, que se realizará en el Vaticano el próximo 27 de abril.

Entre los creyentes que viajaron esta semana para acudir a la cita religiosa en la que el papa Francisco convertirá en santos a estos dos difuntos patriarcas de la Iglesia católica, estaba Shirley Santamaría, de 53 años. “Realmente es un viaje apostólico. Llevo las peticiones de muchas personas y voy a rezar por ellas”, indicó ella minutos antes de ingresar a la sala de preembarque del aeropuerto José Joaquín de Olmedo.

Shirley, quien es maestra de escuela, ministra de la comunión y catequista de la iglesia Nuestra Señora de la Alborada; recuerda con mucho cariño la visita de Juan Pablo II a Ecuador en 1985 y la misa que ofreció en Samanes.

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Santamaría viajó el pasado jueves en compañía de otras 16 personas en un tour organizado por Peragallo Travel.

Junto a ella estaba Mercedes Bastidas, quien dice que su asistencia se debe a que es una ocasión ‘especialísima’ que no se va a repetir. Además, manifestó su interés por conocer la Basílica de San Pedro.

Un día antes, otro grupo de más de 20 feligreses también había partido en un tour similar con destino a Europa. Este incluía la visita al Vaticano en la fecha de la canonización.

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En ese viaje, organizado por la agencia Buentrip, estaban Gavino Merchán (54), su esposa y dos cuñadas. Ellos calificaron este evento como un encuentro espiritual único.

“(En Ecuador) muchos tuvimos la oportunidad de verlo frente a frente (a Juan Pablo II). Espiritualmente es una cosa que nos conmueve a la mayoría de los latinos. Yo era médico del hospital de la policía y tuve la oportunidad de ser parte de un grupo que conformó la institución para protegerlo. Fue una cosa apoteósica e inolvidable. Luego viajé allá (Roma) y pude estar (de nuevo) frente a él y recibir su bendición en algunos objetos para la familia, hace 20 años”, agregó Gavino.

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Por su parte, Carolina Carcelén (66) se sumó al viaje porque admiraba mucho a Juan Pablo II. Soy una persona católica y como no tuve la oportunidad de verlo muy de cerca cuando estuvo aquí, yo me dije: ojalá sea bendecida con ir a la canonización. Y así fue. El estar allá es muy importante, pues (él) era una persona maravillosa con don de gentes. Se dio tanto a los pobres”.

Estos dos grupos ya se encuentran en Europa y visitarán varios países antes de visitar el 26 de abril la basílica. Probablemente se queden hasta el día siguiente para poder estar más cerca o si es posible ingresar.

Mañana se les unirá otro grupo de ecuatorianos, entre ellos María Belén Garnica (24). Ella afirmó estar emocionada en hacer este viaje de tanta importancia para la Iglesia católica.

“Ambos (Juan Pablo II y Juan XXIII) tuvieron la mano de Dios en su tiempo como guías de la Iglesia. Honestamente va a ser muy emocionante estar ahí, por las cosas que hizo por la Iglesia católica. Iba de pueblo en pueblo proclamando la palabra de Dios como un verdadero profeta (en referencia a Juan Pablo II, de quien conoce más)”, refiere Garnica.

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Su tour es organizado por la agencia Galasam y dirigido por monseñor Marco Pérez, obispo de Babahoyo. Su peregrinación se iniciará visitando la casa en que nació Juan Pablo II en Wadowice, en Polonia, y recorrerá otras ciudades hasta llegar a Roma.