Un verde imponente, la altura de vértigo de sus árboles y un elegante puma invitan a adentrarse en su casa, que acoge el 2,5 % de la biodiversidad mundial: El Parque Nacional Corcovado, en el sur de Costa Rica.

Para llegar hasta la entrada de sus senderos no hay carreteras, solo se puede ingresar tras una caminata de nueve horas, por avioneta o en lancha, sin embargo, no importa el recorrido, porque todo a su alrededor crea un paisaje que vale la pena admirar.

La National Geographic lo ha llamado "el lugar más intenso del mundo, biológicamente hablando", ya que se estima que ningún otro lugar, con una extensión similar, albergue tal cantidad de diversidad biológica.

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En Corcovado se encuentra el 2,5 % de la biodiversidad del planeta y el 50 % de las especies de Costa Rica.

"Este es un parque único por dos razones, porque el porcentaje de biodiversidad que alberga es altísimo para las hectáreas que son y además es el último pedazo de bosque tropical húmedo en la costa Pacífica de Mesoamérica", expresó el biólogo costarricense José Joaquín Ortiz.

El experto agregó que en la "costa Atlántica está el Amazonas, pero en el Pacífico solo se encuentra Corcovado, lo que le da un gran valor porque no existe en Centroamérica o Sudamérica un ecosistema como éste cerca de la costa".

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Por su parte, el guía Eliécer Arce manifestó que El Parque Nacional Corcovado "es un área relativamente pequeña para la gran cantidad de especies que viven. La biodiversidad de éste lugar es algo asombroso".

Ubicado a 350 kilómetros de San José, en la Península de Osa (Pacífico sur), el parque posee una diversidad biológica envidiable.

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Cuenta con 42.570 hectáreas terrestres y 5.375 de hectáreas marinas, que incluyen arrecifes de coral, manglares y pantanos de agua dulce.

Por sus seis senderos, los visitantes pueden caminar durante unas tres horas, o más, para sumergirse en un mundo con una belleza escénica adornada por pumas, cuatro especies de monos, serpientes, jaguares, dantas y canchos de monte, estos tres últimos en peligro de extinción.

"Quien lo visite queda maravillado, les impresiona la diversidad. Aquí con una sola mirada podemos ver 100 especies rápidamente y dando solamente unos pasos pueden encontrar gran cantidad de especies, es algo que les encanta a los extranjeros", dijo Ortiz.

Existen cientos de especies, entre ellas 140 mamíferos, que representa el 10 % de las especies de mamíferos del continente y conserva el bosque primario más grande del Pacífico americano.

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En la voluptuosidad de sus 500 especies de árboles, Corcovado alberga 350 especies de aves, entre ellos los loros, pelícanos pardos, guacamayas rojas, garzas, lechuzas y garcetas azules.

Los ríos Sirena, Llorona, Molina y Madrigal nutren éste espacio, que es un corredor biológico de flora y fauna, en donde sus colores azules se entrelazan con las hojas verdes.

En sus cerros y depósitos secundarios de cauces y laderas de los ríos y quebradas se puede encontrar oro, resultado de un proceso de mineralización.

Cada año, cerca de 34.000 personas lo visitan, la mayoría extranjeros, sin embargo, para sus guardaparques hay que regular la llegada para que el parque no se vea afectado, ya que lo más importante es su conservación.

"Corcovado no es un sitio que necesite mercadearse, porque ya está posicionado. Nosotros vamos a hacer un estudio de capacidad y posiblemente vamos a tener que regular la visitación, porque no queremos que genere un impacto", manifestó el guía Eliécer Arce.

El Parque Nacional Corcovado abre sus alas para que todos puedan disfrutar de sus cientos de extravagantes e imponentes especies