“Su música me cambió la vida. Me salvó de los malos momentos y de mi mal carácter”, dijo Gabriela Tamariz, quien junto a un grupo de amigos, se prepara para recibir en Ecuador al británico Paul McCartney.

Ellos alistan un homenaje que podrá ser observado desde varios puntos de Quito, incluido el hotel Marriot, donde se hospedará el famoso ex-Beatle.

Los jóvenes instalarán en las laderas del Pichincha una gigantografía con el nombre del artista y de su último CD. La pendiente escogida se ubica a un kilómetro de la avenida occidental y a 500 metros sobre el barrio La Primavera.

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Hasta ese sitio llegaron el sábado pasado los seguidores de McCartney que se movilizaron primero en cinco vehículos y luego 500 metros a pie por un sendero empinado. La idea era tomar las medidas del sector en el que ubicarán el letrero, que quedará listo el 26 de abril, dos días antes del concierto en el estadio de Liga de Quito.

El grupo, liderado por Jaime Morán, compró ya sus entradas y esperan cumplir con la instalación de la gigantografía. “Avancen que sí podemos”, dijo Morán a los rezagados. El ascenso tomó 30 minutos.

A algunos, como Juan Betancourt, se les dificultó el ascenso. Este presentó una descompensación en su organismo.

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Betancourt es fanático de The Beatles y de McCartney desde que tenía cinco años y su música –confesó– lo ayudó a superar problemas familiares.