Puede que haya una base científica para quienes creen que así como gestar y traer al mundo a un bebé es una tarea de nueve meses, el reto de perder el peso asociado con el embarazo es otro "parto": toma por lo menos otros nueve meses lograrlo.

Doctores en Canadá aseguran que el período clave para bajar esos kilos de más se ubica entre los tres y 12 meses posteriores al alumbramiento.

Las madres que no logran deshacerse de ellos a la fecha del primer cumpleaños del bebé o que, incluso, suben de peso, estarían poniendo en peligro su salud, según el informe reproducido por la publicación Diabetes Care.

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En el estudio del Hospital Mount Sinai, en Toronto, se hizo un seguimiento a 300 mujeres saludables antes y después del parto.

Aquellas que no lograron quitarse los kilos del embarazo antes de que el bebé cumpliera un año desarrollaron presión arterial más alta y otros factores de riesgo relacionados con diabetes y enfermedades cardíacas, según las estadísticas médicas.

Tales factores no estaban presentes tres meses después de dar a luz.

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Esto sugiere que el período comprendido entre los tres y los 12 meses que siguen al parto son cruciales para la pérdida de al menos parte del peso ganado durante el embarazo y que las consecuencias de no lograrlo trascienden el mero aspecto estético.

Consecuencias más allá de la estética

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Estudios anteriores sustentan la idea, bastante conocida por muchas madres sin necesidad de la ciencia, de que el aumento excesivo peso es común en el embarazo.

Una investigación publicada en el British Medical Journal (Revista Médica Británica) en 2012 encontró una relación entre este incremento y varios problemas de salud, tanto para la madre como para el bebé.

Sin embargo, no recomendaba limitar el consumo de calorías durante la gestación. Más bien, el consejo era procurar un peso normal antes de embarazarse.

Pero esto no es tarea fácil. Como tampoco lo es poner orden en el cuerpo tras la ocurrencia de la maternidad.

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"Muchas mujeres no vuelven a su peso original inmediatamente. También encontramos que típicamente cerca del 70% tampoco lo consigue dentro de los tres primeros meses", le dijo a la BBC el doctor Ravi Retnakaran, especialista en diabetes y jefe de la investigación.

"Pero, en algún momento entre los tres y los 12 meses, creemos que la persona debe estar encaminada hacia la pérdida de peso".

En el grupo de estudio, cerca de 75% consiguió este objetivo.

"La atención que el médico y el paciente presten a la pérdida de peso durante este período puede ser muy importante para la salud metabólica y vascular en el largo plazo", añadió el especialista.

La teoría es que el efecto acumulado del peso ganado durante cada embarazo contribuye al riesgo de que la mujer desarrolle condiciones como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.

Algunos de los factores estudiados por los investigadores de Toronto incluyen la presión arterial, el llamado "colesterol malo" y la resistencia a la insulina.

Madre y bebé requieren los mismos cuidados

El embarazo es la condición clásica en la que es normal engordar: en promedio, la mujer gana el equivalente al 20% de su peso durante el curso de nueve meses.

Los esfuerzos por volver a estar "en la línea" después del parto frecuentemente se ven obstaculizados por la falta de tiempo para el ejercicio y por el agotamiento, resultado de los cambios en el estilo de vida y la falta de sueño.

El mejor indicador de la probabilidad de que la mujer tenga sobrepeso 15 años más tarde es lo que marca la balanza a un año de dar a luz, más que los kilos que ella haya ganado durante el embarazo, revela la investigación.

La misma destacó la consabida importancia del ejercicio como un factor importante para el adelgazamiento posparto. Altos niveles de actividad física, en especial a través de la práctica de deportes, aparecieron claramente asociados a la pérdida de peso.

En opinión de Maureen Talbot, enfermera especializada en el corazón de la ONG British Heart Foundation, es importante poner en la balanza la dificultad de perder peso frente al incremento del riesgo para la salud.

"Es importante que las nuevas madres se cuiden tanto a sí mismas como a sus bebés, manteniéndose activas y comiendo sano", afirmó.

"Con un bebé, es innegable que estarás ocupada, así que no trates de meterte en forma apresurada en dietas y regímenes de ejercicios", le recomendó a las mamás.

"En lugar de eso, recupera la forma poco a poco incorporando la actividad física a tu rutina, por ejemplo con una caminata a la hora del almuerzo o con una clase de ejercicios para mamás y bebés".