Entre coliflores, botellas y latas de conserva, Chanel descubrió el martes pasado la colección de Prêt-à-porter otoño-invierno, salida directamente de la mente de Karl Lagerfeld para ser presentada en un hipermercado en el Grand Palais.Cuando se acude a un desfile de Chanel en la Semana de la Moda de París, nunca se sabe lo que se puede encontrar. En esta ocasión, la tarjeta de invitación rezaba “Chanel Shopping Center”, una información insuficiente para imaginarse que bajo la cúpula del Grand Palais se habían reconstruido los pasillos, estanterías, mostradores y cajas para pagar de un hipermercado.

En la sección de bebidas, los asistentes podían encontrar botellas de vino con la etiqueta Chteau Gabrielle, en referencia a la fundadora de la casa, o sodas de nombre Tweed Cola, en un guiño a uno de sus tejidos más representativos.

En este marco, Chanel desarrolló un look muy deportivo en su colección, con versiones chic del chándal, las mallas y el calzado. Los pantalones cortos de cuero se superpusieron a unos largos holgados y con vuelta, en un modelo que marcó la cintura con un corsé, como también hicieron varios vestidos.

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El desfile insistió en el uso de zapatos deportivos, incluyendo colores flúor, y ha desarrollado un modelo de caña alta. También hubo lugar para los estampados y grandes abrigos.