"Si algún escritor hay que pueda renovar una forma agotada y mostrarnos lo que todavía es posible hacer con una lengua que Joyce exprimió hasta dejarla seca ese es William Burroughs", estas palabras las dijo Antonny Burguess para referirse a uno de los más importantes escritores del siglo XX. 

William Seward Burroughs nacido un 5 de febrero de hace 100 años ha dejado una estela de fuego en el mundo de la literatura. Bisexual, fanático de las armas, drogadicto, alcohólico, él mismo se definiría como un perfecto destructivo, cosa que le llenaba de inmensa alegría.

Burroughs dota al término outsider de su verdadero significado. Hijo de una familia de la alta burguesía norteamericana, luego de culminar sus estudios de Filosofía y al presentir que tendría que hacerse cargo de los negocios familiares, prefirió huir de esa abúlica vida y se convirtió en un verdadero marginal , dueño de una vasta cultura, conoció las drogas muy joven y esto lo llevo a conocer el mundo de los pequeños traficantes, chulos y gente de malvivir.

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Admirador de la poesía de los malditos franceses, además de William Blake, Nietzche, pronto se convertiría en el mentor de la famosa generación 'Beat', entablando amistad con poetas como Jack Kerouc, Allen Ginsberg (que se convertiría en su amante), y Gregory Corso. Es Burroughs quien les impulsa a escribir, pues él se convierte en una especie de suscitador de ese grupo de rebeldes.

Sus obras son rebeldes y anárquicas, sobre todo. Su primera novela Yonqui la escribe pasados los 30 años y con el seudónimo de William Lee, una descripción descarnada de un adicto a la heroína (su alter ego), quien considera que ser drogadicto es un modo de vida.

Aunque Burroughs manifestaría que la voluntad de escribir la tenía desde su nacimiento, lo que lo lleva a publicar su obra es la muerte accidental de su esposa Joan Vollmer, quien falleció cuando el escritor, en una de sus borracheras, le dispara en la cabeza por practicar el tiro al blanco con una manzana. Este evento lo obliga a huir y recalar con sus huesos en países como México, Inglaterra, Francia hasta radicarse varios años en Tanger, Marruecos.

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Su postura iconoclasta, sus invectiva y denuncia de la hipocresía de la sociedad norteamericana le granjeó la simpatía de la intelectualidad izquierdista, aunque no se casaba con nadie. Su técnica literaria tan alejada de lo convencional se basaba en la llamada técnica píctorica Cut up, una especie de montaje paralelo que lo utilizaba el artista Brian Gysin, muy amigo del escritor; esta técnica la traslada a su narrativa para poder de esa manera romper con la rigidez del lenguaje que mantiene alienado al hombre en estructuras mentales caducas. Resultado de esta experimentación publica El almuerzo desnudo (1959) su obra más conocida, seguida de La máquina blanda (1961), Nova Express (1964) .

En los 70 y 80 su obra revolucionaría e inspiraría no solo en el campo de la literatura sino en el de la música, en cantantes como Patti Smith, Lou Redd, Frank Zappa, David Bowie. Posteriormente el español Joaquín Sabina también sería seducido por el arte de este genial norteamericano.

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El movimiento Punk lo considera su gurú. En América Latina, el poeta argentino Juan Gelman era un ferviente admirador de sus escritos.

La huella de Burroughs está en la literatura, la poesía, la música y en el cine; autores de distintas generaciones se han rendido ante su obra crítica contra un sistema capitalista que se abanderaba en el modo de vida americano, para él una gran farsa, que era un espejismo que escondía violencia y muerte.

Burroughs es el duende que nunca dejará dormir a la complaciente sociedad de consumo.

Obra literaria:

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Yonqui (1953)
El almuerzo desnudo (1959),
La máquina blanda (1961)
Nova Express (1963)
Los chicos salvajes (1971)
Exterminador (1973)
Ciudades de la noche roja (1981)
El lugar de los caminos muertos (1984)
Queer (1985)
Tierras del Occidente (1987)
Gato Encerrado (1986)