Juan Gelman era un inventor de palabras mucho antes de que la dictadura argentina asesinara a su hijo y le arrebatara a su nieta, una tragedia que marcó su vida y lo convirtió en un poeta volcado en una lucha contra el olvido que ha mantenido hasta su muerte.

Uno de los grandes poetas de las letras hispanas, Gelman falleció el pasado martes, a los 83 años, en Ciudad de México, el último de los destinos de su largo exilio. Nacido en Buenos Aires en 1930, en una familia de emigrantes judíos ucranianos, en su juventud formó parte de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y de Montoneros, con los que rompería años después.

Amenazado por la Triple A argentina, se vio obligado a exiliarse en 1975 y un año después su hijo Marcelo y su nuera, la española Claudia García, embarazada de siete meses, fueron secuestrados y asesinados por la dictadura.

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La tragedia marcó la vida del poeta, que se volcó en la búsqueda de su nieta, entregada a la familia de un policía en Uruguay. Gelman localizó a su nieta Macarena en el 2000 y en el 2011 la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado uruguayo por la desaparición de la nuera del poeta y por la supresión de identidad de su hija.

La lucha por la recuperación de la memoria ha sido una constante en la vida de Gelman, quien hace solo un año compiló toda su poesía –29 libros– en un solo volumen bajo el título Poesía reunida.

Desde Violín y otras cuestiones (1956), considerado un acontecimiento para la llamada Generación de los 60 de la poesía argentina, hasta El emperrado corazón amora (2010), también esta recopilación está marcada por el dolor, la dictadura y el exilio, aunque sin ira porque, como reconocía el autor, “la palabra es insurgente solo cuando toca el corazón”. Luchador incansable, sus amigos lo recuerdan como un hombre con un gran sentido del humor hasta que la tragedia de su hijo cambió su vida.

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Considerado un innovador por su capacidad para reinventar el lenguaje poético y aunar corrientes estéticas sin relación aparente, Gelman llegó a juntar personajes tan dispares como san Juan de la Cruz y Homero Manzi, y dejó varios ejemplos de su diversidad poética.

“Escribo poesía porque no tengo más remedio”, señaló en una ocasión el poeta, que siempre admitió su debilidad por la crónica periodística y más de una vez reconoció que echaba de menos sus inicios como cronista. En el 2007 recibió el Premio Cervantes, el más importante de las letras españolas.

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Datos: El autor

Al funeral
Macarena Gelman, nieta de Juan Gelman y uno de los símbolos de la lucha contra la impunidad de las dictaduras del Cono Sur americano, viajó desde Montevideo a México para el funeral de su abuelo.

Luto en Argentina
El gobierno argentino dispuso tres días de duelo por la muerte del poeta.

Se trató de un poeta tan individual en el tono y en el trato con las palabras que podía alcanzar registros desde la poesía abierta y franca hasta la poesía hermética, pero siempre con una visión crítica y acertada de la realidadEdwin Madrid, escritor ecuatoriano

La importancia descriptiva de Juan Gelman se da por la cantidad de registros en sus obras. Nunca estuvo dispuesto a quedarse con un solo estilo o en un estilo de escritorio, ni temático ni de forma, él siempre estaba creandoXavier Oquendo, escritor ecuatoriano