El caso contra Amanda Bynes por lanzar una pipa de marihuana será desestimado si la actriz no se mete en problemas por seis meses y va a terapia dos veces por semana, dictó ayer un juez.

Bynes fue acusada en Nueva York el año pasado por imprudencia y posesión de marihuana después de que los administradores de su edificio llamaran a la Policía, porque dijeron que estaba fumando la droga en el vestíbulo de su apartamento en Manhattan. Cuando la policía entró a su apartamento dijeron que la vieron lanzar una pipa de agua por la ventana.

La estrella de Hairspray, de 27 años, se presentó después en la corte con una peluca rubia despeinada y negó haber hecho algo indebido.

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Ese fue uno de varios incidentes de comportamiento errático que vivió la actriz. Bynes fue internada en agosto pasado después de que las autoridades dijeran que comenzó un pequeño incendio en la entrada de una casa en California. Su madre, Lynn Bynes, obtuvo la tutela temporal sobre la actriz, pero el caso en Nueva York fue desestimado porque el cuidado de Amanda estaba siendo supervisado por una corte de salud mental.

La actriz recibió un tratamiento, actualmente vive con sus padres y está considerando estudiar diseño de modas.