El príncipe Enrique de Inglaterra, de 29 años, se convirtió el pasado viernes en el primer miembro de la realeza británica en alcanzar el Polo Sur tras tres semanas de una marcha humanitaria acompañado de soldados británicos, estadounidenses, canadienses y australianos heridos en Afganistán e Irak.

El fin de esta expedición es recaudar fondos destinados a la organización 'Walking with the Wounded', dedicada a ayudar a soldados heridos en combate.

“Estoy muy orgulloso, muy contento y soy un privilegiado por estar aquí con estos chicos y chicas”, indicó Enrique.