La infertilidad, más que una enfermedad, es el síntoma de una afección subyacente: calambres menstruales, sangrado anormal, abortos involuntarios frecuentes, anomalías hormonales, síndrome premenstrual, síndrome de ovario poliquístico, endometriosis o depresión posparto.

Como una alternativa a la reproducción asistida o in vitro existe la naprotecnología, un sistema que ayuda a restaurar la fertilidad naturalmente, identificando y corrigiendo las causas verdaderas de la infertilidad y cooperando con los procesos biológicos.

Así lo explicó el mexicano especialista en Ginecología y Obstetricia Miguel Ángel Domínguez, quien formó parte de los conferenciantes del VI Congreso Mundial Provida Ecuador 2013.

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“La naprotecnología surge como el resultado de investigaciones del ciclo menstrual femenino... Genéricamente hablando, podríamos decir que la naprotecnología es medicina reproductiva restaurativa. Su enfoque es detectar la anormalidad que está causando la infertilidad y corregirla” mediante intervenciones o tratamientos.

En este sistema, la mujer juega un papel clave. A ella, un maestro certificado le enseña el modelo Creighton, usado para monitorear los ciclos menstruales a través de la graficación de los días de sangrado, de sequedad, la calidad y cantidad de la sangre y la producción de moco cervical, “que en el ciclo reproductivo se relaciona directamente con la ventana de fertilidad”, refiere el galeno.

El seguimiento se hace por un periodo no mayor a dos o tres ciclos. Domínguez menciona cifras para probar la eficacia del sistema que promueve en México y que aún no se ha implementado en Ecuador. “Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa de fecundabilidad de los seres humanos es del 20% o menos por ciclo. Si se usa el sistema de napro (tecnología), la tasa de fecundabilidad es superior al 70% por ciclo y automáticamente mejoramos las posibilidades de embarazo con esa pareja por ciclo”, refiere.

Lo importante es el diagnóstico. A diferencia de la biología de la reproducción, nosotros tenemos mayor capacidad de diagnósticoMiguel Ángel Domínguez