El Festival de Cine de San Sebastián premió en su última edición a una nueva mirada, más personal, sobre el conflicto en el País Vasco.

Ese punto de vista diferente, alejado de simplismos, que desde el primer momento respira la película hispano-ecuatoriana Asier ETA biok (Asier y yo) le permitió alzarse con el premio Irizar al Cine Vasco en el Zinemaldia. La decisión del jurado fue unánime. Sus integrantes consideraron que la cinta fue, de las siete en competición, la mejor película vasca presentada en estreno mundial en todas las secciones de la cita.

El largometraje coproducido por Doxa Producciones y Cineática Films, dirigida por la ambateña Gabriela Calvache, trata sobre la relación entre uno de sus directores, el actor Aitor Merino, y Asier, su amigo desde la infancia, quien en el 2002 resuelve integrarse en la banda terrorista ETA.

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La trama pretende dar respuesta a esa decisión en un intento por abordar el conflicto vasco desde otro punto de vista, más cercano a la búsqueda de la reconciliación en una sociedad acosada por la violencia de la lucha armada. Fue esta premisa la que pesó en la decisión del jurado. “Asier ETA biok no busca convencer a nadie. Muestra una experiencia”, sostiene su codirectora, Amaia Merino.

El galardón dotado con 27.000 dólares permite, en su opinión, “cumplir la meta de que la vean más personas que no son precisamente del País Vasco”. El objetivo ahora es exhibirla en toda España.

Las entradas para los tres pases que se realizaron del filme en el marco del Festival se agotaron. “La repercusión fue enorme y el premio, la guinda del pastel que no esperamos”, agrega Aitor Merino. Y concluye: “Esta película puede ser dolorosa para muchas personas pero es necesaria para otras”. Quizás es ahí donde reside su éxito.

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Los latinos triunfaron en el festival. Entre premios y menciones de honor hay ocho películas producidas o coproducidas latinoamericanas.