Medio disco para calentar la fiesta y medio disco para barrer con lágrimas los restos de la resaca posterior. Así es Closer to the truth, el primer disco de estudio de la cantante Cher en más de una década, deudor del espíritu de su mayor éxito comercial, Believe.

Este nuevo trabajo, el vigésimo sexto álbum de estudio de su longeva carrera, que comenzó en 1965, llegará mañana a los comercios europeos con una semana de retraso respecto de su salida en Estados Unidos y varios años después de que el público tuviera la primera noticia sobre su elaboración.

Toda la primera parte del álbum es de hecho un compendio de música para bailar con abundancia de ‘autotune’, el sistema de procesamiento de la voz que ella puso de moda en Believe y que, además de regular el tono correcto, da cierta sonoridad robótica.