En días pasados el papa Francisco, durante una reunión que mantuvo a puerta cerrada con algunos cardenales en Roma, habló sobre temas que por su contenido aún causan polémica entre los fieles. Algunas de esas temáticas fueron el llamado a acoger a los divorciados y sobre la prohibición que tienen estos de comulgar y realizar ciertos sacramentos ya que, para los ojos de la Iglesia católica, viven en pecado.

El papa señaló que la cuestión de los matrimonios entre divorciados era un tema heredado por su antecesor Benedicto XVI y afirmó que “el problema no se puede reducir a si pueden tomar la comunión o no, ya que si se pone el debate en esos términos, no se entiende lo que es el problema real”, esto según la agencia Ansa.

Francisco ha reiterado que se trata de “un problema grave” y que existe “la responsabilidad de la Iglesia hacia las familias que viven esta situación”.

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César Piechestein, vicario de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Guayaquil, aplaude la iniciativa del pontífice de acoger a este grupo y pide que este tema no sea malentendido por los fieles.

Además, el papa Francisco recordó que las parejas no casadas también deben ser “acogidas cordialmente”.

Piechestein refiere que el papa solo llamó a la inclusión de los divorciados, “mas no que se iba a abolir la sentencia de no comunión a estas personas que viven en pecado”.

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Según Richard Alarcón, vicario de la parroquia El Sagrario, la normativa eclesiástica no reconoce el divorcio civil y solo permite la anulación dictada “únicamente por tribunales católicos y luego de un largo proceso de investigación”, que dura de seis meses a un año.

El sacerdote refiere que dicho tribunal tiene que afirmar que el matrimonio nunca existió porque carecía de las condiciones necesarias, como el libre albedrío o la madurez psicológica por parte de uno o ambos cónyuges. Este y otros temas con respecto a la familia y la reforma de la Curia serán abordados en el próximo sínodo de obispos que se desarrollará en Roma del 1 al 3 de octubre.

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Datos: Entrevista
Reformas

El papa Francisco reconoció en una entrevista divulgada ayer que la milenaria institución necesita reformas y asegura que considera urgente “curar heridas”, “dar calor” y “acompañar a las personas a partir de su condición”.

Temas
El papa reconoció que la Iglesia ha estado obsesionada con temas como el aborto, el matrimonio homosexual o el uso del anticonceptivo.

 

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