Estaba parada en la calle y mientras seducía a las cámaras que la adoraban, sin hacer mayor esfuerzo, “intentaba” evitar que la corriente de aire que ascendía del metro de Nueva York hiciera bailar a su vestido blanco.

La fotografía fue capturada durante el rodaje de la legendaria escena de la película The Seven Year Itch (La comezón del séptimo año) hace 59 años, el 9 de septiembre de 1954, catapultando la carrera de Marilyn Monroe, un símbolo del arte pop, una imagen de culto y un referente de belleza vigente hasta la actualidad.

El filme fue un éxito comercial y recaudó más de $ 8 millones. Pero ese instante, atrapado por el lente de alguno de los paparazis que la asediaban, ha inspirado un sinnúmero de recreaciones.

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Para promover el estreno de The Seven Year Itch, el estudio 20th Century Fox, productor del largometraje, mandó a colocar un afiche promocional de casi 16 metros de altura de la misma imagen de Monroe en el Loews State Theatre, de Nueva York.

Otro ejemplo de dimensiones similares es la escultura del artista Seward Johnson titulada Forever Marilyn. Con 8 metros de alto, la obra fue instalada, en el 2011, en la avenida Michigan, de Chicago (Estados Unidos).

Mientras muchos la consideraron como un verdadero ícono de la belleza norteamericana, otros interpretaron el monumento como una imagen misógina y sexista, según reseña el diario estadounidense Chicago Tribune.

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Por su interpretación en esta producción, Marilyn Monroe recibió críticas positivas y su primera nominación al premio Bafta como Mejor actriz extranjera, pero también encaminó a su matrimonio con el beisbolista Joe DiMaggio al divorcio.

Esto también podría vincularse a un fenómeno desencadenado por la película denominado “la comezón de los siete años”.

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Este concepto se basa en la creencia de que muchos matrimonios empiezan a inquietarse o a perder el interés en sus parejas tras siete años de relación. Según un artículo del Huffington Post, los expertos que han hecho investigaciones al respecto han publicado diversas teorías, pero no han llegado a un consenso que permita determinar si esto es solo un mito. Lo que no se puede desmentir es la popularidad que adquirió el subway dress de Marilyn, que fue subastado por en el 2011 por $ 4,6 millones.