La esposa y dos hijas del popular cantante folclórico Víctor Jara, quien fue torturado y ejecutado en Chile días después del Golpe de Estado en 1973, presentaron una demanda en una corte federal de Estados Unidos contra un exoficial militar chileno - ahora ciudadano estadounidense - al que acusan de perpetrar el asesinato.

La demanda civil, presentada el miércoles en Jacksonville, Florida, es un intento de la familia de Víctor Jara por llevar al exteniente del Ejército chileno Pedro Barrientos a la justicia en Estados Unidos bajo dos leyes que le permiten a las cortes del país norteamericano escuchar alegatos de violaciones de derechos humanos cometidas en otras naciones.

El año pasado, fiscales en Chile acusaron a Barrientos y a otro oficial de matar a Jara y nombraron a otros seis cómplices. Cuatro oficiales militares en retiro fueron detenidos en relación con el caso.

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Jara estuvo entre los miles de partidarios políticos del presidente socialista Salvador Allende ejecutados por el Ejército cuando el dictador chileno Augusto Pinochet buscó afianzar su poder tras el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.

Fue detenido, torturado y acribillado con 44 balazos días después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 contra Allende, que derivó en una dictadura de 17 años liderada por Augusto Pinochet.

Su muerte se convirtió en un símbolo de los abusos a los derechos humanos del régimen de Pinochet.

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"Esta demanda serviría para el proceso de extradición que está en curso", dijo a la AFP Nelson Caucoto, el abogado chileno de la familia de Víctor Jara.

La Justicia chilena ordenó la detención en diciembre de ocho exmilitares, dos de ellos acusados de autores directos del delito (uno de los cuales es Pedro Barrientos), y otros seis acusados de ser cómplices.

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En marzo, cuatro de los detenidos acusados de complicidad accedieron a la libertad condicional.

Barrientos, quien se mudó a Estados Unidos luego de que Pinochet abandonara el poder en 1990 y actualmente vive en Florida, ha negado haber tenido un rol en la muerte de Jara. La Corte Suprema chilena aprobó una petición de extradición en su contra que aún no es enviada a las autoridades estadounidenses.

La demanda alega que Barrientos torturó y ejecutó a Jara en un estadio deportivo 40 años atrás.

El exmilitar recibió la demanda en su casa en Deltona, Florida, el miércoles por la noche, acorde a la firma legal de interés público Center for Justice and Accountability en San Francisco, que asiste a la familia Jara.

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En declaraciones a la televisión chilena el año pasado, Barrientos dijo que no tiene planes de volver a Chile a enfrentar cargos. "Definitivamente no voy a volver", afirmó.

Crimen emblemático de la dictadura
Actor, director teatral y cantante, Víctor Jara alcanzó fama con temas como "Te recuerdo Amanda", "El cigarrito" o "El derecho de vivir en paz", melodías de amor y protesta social que lo convirtieron en un ícono de la música popular latinoamericana.

Militante del Partido Comunista y ferviente defensor del proyecto de Unidad Popular que encabezó el derrocado Allende, fue detenido un día después del golpe de Estado y torturado junto a otros 5.000 prisioneros en el Estadio Chile, en el centro de Santiago, usado en esa época como centro de apremios y que hoy lleva el nombre del cantautor.

Hasta ahora la justicia no había logrado identificar a los autores materiales de su asesinato, uno de los crímenes más emblemáticos de la cruenta dictadura de Pinochet (1973-1990), que dejó más de 3.200 víctimas mortales y 38.000 torturados.

De acuerdo a la justicia chilena, Jara fue detenido cuando se encontraba en la Universidad Técnica del Estado, donde ejercía como profesor, y luego trasladado al Estadio Chile (hoy llamado estadio Víctor Jara).

Al interior del recinto deportivo, el cantautor "fue reconocido por el personal militar instalado al interior del Estadio Chile, siendo separado del resto de los prisioneros, para ser llevado a otras dependencias ubicadas en los camarines, ocupadas como salas de interrogatorios y apremios, donde fuera agredido físicamente en forma permanente, por varios oficiales".

Según testigos, Jara fue torturado por varios días - sus manos destrozadas con la culata de un revólver - antes de ser acribillado. Su cuerpo fue encontrado cerca de un cementerio tres días después.

La demanda afirma que Barrientos ordenó a soldados a su cargo torturar a Jara, quien fue llevado a una pieza bajo llave en un subterráneo en un estadio de Santiago que fue utilizado como centro de detención.

Luego de que Jara fuera brutalmente golpeado, Barrientos jugó varias rondas de ruleta rusa con una pistola apuntada a la nuca de Jara, indica la demanda.

"Barrientos cargó una bala en la cámara de su pistola, la hizo girar y jaló el gatillo, sabiendo que cada disparo podría ser letal", decía.

Posteriormente Barrientos disparó a Jara "en la nuca a quemarropa", agregó. Después les dijo a cinco conscriptos militares bajo su mando que dispararan reiteradamente al cuerpo de Jara, agregó la demanda.