Comer frutas frescas como arándanos (una baya), uvas y manzanas puede reducir el riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2, la más común, mientras que tomar jugos de frutas industriales puede aumentarla, afirma un reciente estudio.

Los arándanos están en el primer nivel, les siguen las uvas, manzanas, peras, plátanos y el pomelo, en ese orden. Las personas que consumen estas frutas, al menos dos veces por semana, reducen el riesgo de diabetes en un 23%, en comparación con las que consumen menos de una vez al mes, refiere el estudio publicado en la revista British Medical Journal.