Es el hombre que religiosamente asiste, cada año,  a la ceremonia de entrega del Óscar,  en los Estados Unidos; el que hace crítica fílmica en un diario local; el que dirige el  cine foro de  la Casa de la Cultura del Guayas. Es uno de los guayaquileños que más conocen  de cine, de su historia  y de los entretelones. Se llama Jorge Suárez Ramírez. Y ahora, ese  conocimiento y  sus años de paciente y  minuciosa investigación los vuelca en un libro que acaba de publicar y se titula: Cine mudo, ciudad parlante: historia del cine guayaquileño.

Es una obra de más de 500 páginas, impresa en una edición de pasta dura y publicada por el Municipio de Guayaquil, en la  que cuenta cómo llegó el cine a esta ciudad. Pero si bien ese es el centro, Suárez desplaza su mirada a la vida del puerto  en todas sus facetas: la cotidianidad, la moda, las enfermedades,  la política, las artes, la cultura.

“Este es un libro que muestra  lo que era Guayaquil culturalmente y con ello quiero devolverle a esta ciudad parte de lo mucho que le debo”, manifiesta   el investigador, quien adelanta que habrá un segundo tomo de este ensayo, que se publicará, posiblemente, en  octubre próximo o a inicios del 2014.

Publicidad

En el primer tomo, que ya está en circulación, narra desde 1896 hasta 1925. En el segundo relatará  de 1926 a 1933. Suárez dice que pensó en el libro como en un filme. Está estructurado como una película. “La estrella   es Guayaquil y junto a ella todo lo demás”, refiere. 

Su experiencia de cinéfilo, sus viajes en los cuales ha visto infinidad de exposiciones cinematográficas y sus lecturas han ayudado para darle forma a esta investigación, narrada  por capítulos y con una diagramación que resalta pasajes, como por ejemplo,  los dedicados al cineasta  ecuatoriano Augusto San Miguel y sus películas.