El hijo mayor de Michael Jackson declaró ayer que su padre estaba emocionado de volver a los escenarios antes de su muerte, pero que no estaba contento con la presión que implicaba su frustrada serie de conciertos.

Prince Jackson dijo a los jurados que su padre quería más tiempo para ensayar y que tuvo conversaciones telefónicas tensas con los promotores del espectáculo que preparaba, This Is It, que en algunos casos terminaron con el artista en lágrimas.

El joven de 16 años expresó que luego de una de las conversaciones su padre le dijo: “Me van a matar”. El testimonio se produjo como parte de una demanda que alega que la empresa AEG contrató de manera negligente a Conrad Murray, el médico que fue condenado por homicidio involuntario por administrarle al cantante una sobredosis de anestésico.