El 25 de junio del 2009, millones de fanáticos lloraron la muerte de Michael Jackson. Hoy, cuatro años después de su partida, los hijos del Rey del Pop: Prince Michael I (16 años), Paris (15) y Prince Michael II (11), conocido como Blanket, viven en el centro de una millonaria demanda que busca un responsable de la muerte de su famoso padre.

Durante años, Jackson mantuvo a sus hijos ocultos de la prensa. Tras su muerte, sus vidas cambiaron drásticamente.

En días pasados, Paris intentó suicidarse al ingerir 20 pastillas de ibuprofeno y realizarse cortes en las muñecas. Está en el hospital desde entonces.

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La presión del juicio (por 30.000 millones de euros) que sigue su familia contra la promotora de la gira de regreso del Rey del Pop, AEG Live, le ha generado malos ratos a la adolescente. La empresa está acusada de controlar al doctor Conrad Murray, que actualmente cumple cuatro años de cárcel por haber suministrado al cantante una dosis fatal de propofol. En el juicio surgió la versión de que Jackson no es su padre biológico y que Prince Michael I tampoco es su verdadero hermano. Recientemente, la heredera reavivó la relación con su madre, Debbie Rowe.

Prince Michael, por su parte, es perseguido por los paparazzi por tener novia, nada menos que la heredera de una dinastía kuwaití, Remi Alfalah. Por el momento, el que ha logrado salvarse de los escándalos es Blanket, hijo legítimo de Jackson al ser concebido con el semen del fallecido artista en un vientre de alquiler.

Los tres viven bajo la custodia de su abuela paterna Katherine Jackson y su tío Tito Jackson. El juicio contra AEG Live se prevé durará cuatro meses.