El novelista británico Tom Sharpe, autor de obras de carácter satírico como "Wilt", murió el jueves en España a los 85 años, informó la editorial Anagrama.

Sharpe, nacido en Londres y residente en España desde hace 20 años, murió de una complicación circulatoria derivada de la diabetes que padecía, según informaron varios medios citando fuentes cercanas al escritor.

El veterano novelista cómico obtuvo mucho de su humor negro en su infancia, cuando solía oír a veteranos de la Primera Guerra Mundial haciendo sombrías bromas sobre la vida, y a menudo, la muerte en las trincheras.

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Reconocido como un maestro de la farsa, Sharpe no comenzó como un escritor cómico como tal, sino que en su primera novela quiso atacar al régimen racista del apartheid en Sudáfrica, donde vivió 10 años antes de ser expulsado por sedición en 1961.

"Sencillamente ocurrió. Antes había estado leyendo Thomas Mann, y Sartre, y Kafka y Kierkegaard", dijo el escritor en una entrevista con Reuters en 2010.

"No me importaba lo que escribía. Vi cosas tan horribles en el apartheid que llegué a detestarlo. Por eso me deportaron. Estuve en cinco en cárceles", recordó.

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El resultado fue su novela de 1971 "Reunión tumultuosa", en la que las intrigas acaban con avestruces que explotan mientras corren por las calles de la ciudad.

A este libro siguieron una segunda parte en 1973, "Exhibición impúdica", y "Zafarrancho en Cambridge", de 1974, que describe los tejemanejes internos de una universidad antigua, entre muchos otros títulos.

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Pero fueron las aventuras de Henry Wilt, un desgraciado profesor que siempre acaba metido en líos, las que hicieron famoso al autor con tres novelas escritas entre 1976 y 1984.
Veinte años después, Sharpe recurrió de nuevo a este personaje en "Wilt no se aclara" y volvió a hacerlo en 2010 con "La herencia de Wilt".

Sharpe estaba trabajando en su autobiografía, narrando una vida en la que se escapó del colegio, sirvió en la marina británica, hizo trabajo social en el distrito de Soweto, en Sudáfrica, y trabajó como fotógrafo, antes de empezar a escribir.

"Tom Sharpe perteneció a un mundo mucho más irreverente e indisciplinado que el nuestro, el mismo que alumbró a Monty Python", dijo la escritora española Maruja Torres en su cuenta de Twitter.