Investigadores del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) del CSIC, en España, trabajan con los desechos del café y han comenzado a utilizar también los residuos de muchos alimentos como cáscaras de cítricos y semillas de uva para estudiar la prevención de enfermedades.

Ellos han comprobado que a lo que usualmente tiramos a la basura se le puede dar nuevas utilidades pues muchos contienen principios activos que además de evitar enfermedades pueden mejorar la calidad de otros alimentos.

En el instituto se preparan infusiones "a partir de los extractos de cascarilla de café con la intención de ser utilizados para prevenir la obesidad y las complicaciones de la diabetes que se deriva de la obesidad", dijo María Dolores del Castillo, investigadora del CIAL-CSIC.

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Las propiedades del café son útiles también en la cosmética, pues ayuda a prevenir el envejecimiento y protege de la radiación solar, además de que sus cascarillas son ricas en antioxidantes y fibra, permitiendo la elaboración de galletas que ayudan a quemar grasas.

Las hojas de olivo también son estudiadas en este centro con detenimiento por otro equipo, pues con sus extractos se pueden "obtener compuestos que tienen propiedades tales como antioxidantes o, incluso ahora se está viendo, que pueden tener efectos anticancerígenos frente a determinados tipos de cáncer", explicó Miguel Herrero, investigador del CIAL-CSIC.

Desde detergentes con cáscaras de naranja hasta bolsas con patatas se trabajan en estos proyectos.

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Grandes expectativas están puestas también en un proyecto internacional que ha logrado hacer papel con piedra pulverizada mezclada con plástico reciclado.

Todas estas investigaciones contribuyen además al medio ambiente una vez que los residuos no terminan como desechos y son reutilizados.