Por Gourman

Fui a El Corte hace mucho tiempo. Demasiado. Tenía comentarios muy variados en cuanto a su calidad. Algunos no tan favorables, mientras que otros ponderaban ciertos platos de carne al extremo.

Aquella vez, sin que la experiencia haya sido mala, lo probado no me causó una gran impresión. Sin embargo, al regresar hace poco, noté una cocina renovada. Esta vez la experiencia fue muy grata.

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Tienen una buena variedad de ensaladas, a precios razonables: de higos y rúcula, cobb, con aguacate, caprese, la kartoffelsalat alemana hecha de papas, pepinillo y tocino, entre otras.

Las guarniciones son también variadas, desde el típico choclo con queso y el arroz verde –con pesto– hasta vegetales grillados y espagueti al óleo.

A propósito de las guarniciones, hay aquí algo que decir: ¡Un buen trozo de carne no se come con arroz! Cuando un corte es de gran calidad, y está bien cocinado, la guarnición insuperable es una buena ensalada. Y mientras más fresca y fría, con salsa más ligera, mejor. También lo son los vegetales grillados. Si la carne no es magra, y la textura es la correcta, la temperatura y frescura de los vegetales aligerará no solo la digestión, sino también la palatabilidad de la proteína.

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Por esto, no es buena idea comer una carne de gran calidad con un carbohidrato como acompañante, sea papas, arroz o pasta. Tanto una buena ensalada, con un toque cítrico, como un vino tinto, potenciarán el sabor de la carne, pues el ácido cítrico o los polifenoles del vino hacen más digeribles su grasa.

No es un tema únicamente de percepción de sabor, es bioquímico. Volviendo al lugar, pudimos encontrar una muy buena variedad de cortes: tournedo de lomo, bife ancho, angosto, lomito saltado peruano, costillas, bondiola, carré, chuletas; y piezas importadas como entraña, ribeeye, New York strip, costando casi el doble que los otros, gracias a la soberanía alimentaria socialista.

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El restaurante tiene buenos precios para la calidad que ofrece. Me parece que son mucho más competitivos que la primera vez que estuve.

El lomo “El Corte” es ideal para compartir. Son medallones de muy buena calidad. Tierno y marmoleado, al término exacto. Disfruté el plato.

Algo en qué pensar es la cantidad de platos marcados en la carta como sugeridos. Conté alrededor de 15. Cuando hay tantos platos estrella promocionados, la estelaridad se pierde.

Quizá la decoración del lugar podría ser pensada para darle más identidad propia. Los restaurantes de carnes son los que más difícil la tienen, pues el buen ganado, bien faenado y tratado, es una rareza en nuestro país.

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Probamos también la parrillada y fue una buena elección. Morcilla y chorizos, generosamente acompañados con pollo, chuletas y lomo.

Ubicado en el centro comercial Plaza Lagos, El Corte es uno de los restaurantes de carnes que pese a la escasa materia prima de calidad en el mercado, logra sacar buenos platos. Disfrutamos la experiencia. (O)