Hasta las papas fritas tienen su técnica. A muchos, estas sabrosas golosinas de sal, les quedan aguadas, quemadas o crudas en el interior. Para que queden perfectas hay que saber elegir la papa. Descarta las blandas.

El tamaño ideal para una papa frita es de entre 6 y 7 mm de ancho. Ese grosor asegura una buena superficie de contacto con el aceite. Antes de cocinarlas conviene lavarlas con agua fría para remover el exceso de almidón, el responsable de que se peguen unas a otras. Este procedimiento ayuda a que queden crocantes.

La cocción de las papas toma más tiempo si se hace en un aceite nuevo y se necesita ser generoso con este ingrediente. Ponle bastante.

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Una cocción pareja está garantizada cuando las papas están completamente sumergidas en aceite. Lo ideal es darle una precocción a las papas en agua hirviendo, freír durante unos minutos y congelar, antes de darles una segunda cocción. Si las congelas salen más ricas. La temperatura ideal del aceite es de entre 120°C y 150°C, para la primera cocción, y de 175°C para la segunda. (F)