El Galaxy S8 y el Galaxy S8Plus irrumpieron hoy en un gigantesco evento en Nueva York donde una de las principales novedades de la marca de Corea del Sur resultó ser su gran pantalla infinita, sin bordes, ni botones para un diseño único y fluido.

En la presentación, que en redes usó el hashtag #UnboxYourPhone, Justin Denison mostró la pantalla con más espacio que incluye medio millón de pixeles más. Además, incorpora el asistente virtual llamado Bixby y no tiene botones en la parte frontal.

Además, el nuevo dispositivo Samsung Dex conecta la experiencia móvil mediante un deck a la computadora de escritorio.

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El Galaxy S8 incluye un procesador de 10 nm., o sea el grosor de un cabello.

El nuevo Galaxy S8 incluye el Infinity Display hecho completamente de vidrio curvo en dos versiones de 5.8 pulgadas y 6.2 pulgadas (15,75 y 14,73 centímetros).

Tiene 5 formas diferentes para desbloquearse: pin, un patrón de seguridad, escáner de huellas digitales, iris ocular y reconocimiento de rostro.

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Sus pantallas son algo más grandes, pero comparables en anchura con sus predecesores, como el Galaxy S7.

Este es el nuevo diseño del #GalaxyS8 pic.twitter.com/mfFKG5XARr

Estará disponible desde el 21 de abril y vendrá con audífonos AKG de gama alta.

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Integrará a Bixby, el nuevo asistente virtual desarrollado gracias a la adquisición en octubre de la sociedad Viv Labs, fundada por los creadores de Siri -el asistente virtual de Apple, adquirido en 2010-.

Su última versión es resistente al agua.

Con la presentación de su última creación, el Galaxy S8, trata de pasar página tras el humillante escándalo de la anterior versión de su teléfono móvil.

Samsung Electronics tuvo que detener en octubre la fabricación de su producto estrella, el Galaxy Note 7, después de que varios aparatos explotaran o se incendiaran. Sin embargo, este modelo debía competir con el iPhone 7 de su gran rival, el estadounidense Apple.

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Samsung, que culpó a las baterías de los teléfonos, tuvo que retirar más de tres millones de aparatos y disculparse con los consumidores. Se vio obligado a retrasar el lanzamiento del S8 y dejó -por poco- la primera plaza mundial a Apple en el mercado de smartphones, durante el cuarto trimestre de 2016, mientras que el chino Huawei gana cuotas de mercado.

Esta debacle le costó miles de millones de dólares al conglomerado, y ensució su reputación y su credibilidad, en un momento en el que se encontraba inmerso en un gran escándalo de corrupción, que costó la detención del vicepresidente del grupo, Lee Jaey-yong, de otros cuatro dirigentes de la empresa, y la destitución de la presidenta del país, Park Geun-hye. (E)