Un tribunal de Pekín anuló el viernes la decisión de una autoridad administrativa que declaró culpable a la firma estadounidense Apple de infringir la patente de un fabricante local y le ordenó dejar de vender en China su smartphone iPhone 6.

La orden, adoptada en mayo de 2016 por la Oficina de la Propiedad Intelectual de Pekín, exigió detener la comercialización de los iPhones 6 y 6 Plus, pero fue rápidamente suspendida debido a la apelación interpuesta por Apple.

Las ventas del gigante californiano no se vieron afectadas.

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El Tribunal de la Propiedad Intelectual de Pekín -una de las instancias judiciales especializadas implementadas estos últimos años por el régimen comunista- dio finalmente la razón a la marca de la manzana.

El tribunal "anula la decisión de la Oficina" y "reconoce que Apple (...) no infringió la patente de diseño depositada por la empresa Shenzhen Baili", según el veredicto adoptado el viernes y publicado por el diario judicial estatal Renmin Fayuan Ribao.

La Oficina de la Propiedad Intelectual, un órgano administrativo del ayuntamiento de Pekín, consideró que los dos modelos de Apple afectados "infringían una patente de diseño" del discreto fabricante de teléfonos Baili.

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La firma estadounidense fue acusada de "copiar" el diseño exterior del teléfono "100C" de Baili, que se caracteriza por un borde curvado y ángulos redondeados.

Pero el iPhone6 presenta características que "modifican completamente el efecto final del producto (...) y los dos teléfonos se diferencian fácilmente a la vista del consumidor", replicó el tribunal de Pekín. (I)