¿Quién no conoce esos ruidos que molestan en el auto y que son de origen desconocido? El golpeteo de un puerta, un chirrido metálico o un crujido en el asiento o en el volante.

Ese es el momento en el que Günther Klos entra en acción. El "experto en sonidos" de Audi es el encargado de detectar y eliminar esos ruidos antes de que el coche salga de fábrica.

Klos conduce los autos por pistas de pruebas que incluyen vibraciones e influencias ambientales de cualquier tipo. Acaba de descubrir que un pequeño resorte era la causa de un chirrido desagradable en el asiento del conductor. Un ruido tenue pero continuo, que solo se detecta con el auto en marcha.

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Después de su exitoso trabajo de detective, el Departamento de Diseño de la marca alemana revisará el componente.

Las razones de los ruidos pueden ser múltiples. "A menudo, los disparadores son los componentes móviles, como los asientos, las puertas o la guantera", señala el especialista alemán.

"El sonido de la puerta del conductor es esencial para la primera impresión que se tiene de un auto", afirma Ercan Altinsoy, docente de acústica y háptica en la Universidad Técnica de Dresde. Incluso si sólo se percibe inconscientemente son fundamentales para la impresión general.

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"El primer contacto con un coche nuevo es, por lo general, la apertura y cierre de la puerta", señala. En una fracción de segundo se obtiene una impresión sobre el valor del auto y esto influye en la decisión de compra, agrega. Los fabricantes lo saben y por eso emplean a especialistas en sonidos.

Ya durante la fase de diseño se prevén algunos sonidos específicos y se remiten a los departamentos de desarrollo, dice Christian Anosowitsch de Daimler. Una puerta debe sonar siempre como un producto de alta calidad. "En el clase S el sonido debe incluso sonar más compacto y armónico, sostiene el especialista.

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Los ruidos típicos de un auto también pueden generar la imagen de una marca, apunta Altinsoy. "En el mejor de los casos se lograr establecer un sonido de referencia que acentúa la calidad del coche", agrega.

Sin embargo, lo que hay que evitar en todo momento es que el ruido sea invasivo. Mientras que el sonido de las piezas móviles, como las puertas, las guanteras o las juntas se generan mecánicamente por la interacción de distintos materiales, en el caso del ruido del motor, los fabricantes usan algún que otro truco.

"En este caso deben intervenir los especialistas en sistemas de caños de escape para atenuarlos los ruidos por vía electrónica", manifiesta Carsten Graf del Automóvil Club Alemán (ADAC).

Los altoparlantes aportan a menudo un sonido extra más intenso en los coches deportivos. Por su parte, los autos de alta gama agregan más fuentes de ruidos debido a los sistemas de confort y entretenimiento adicionales. Según Anosowitsch, esta suma de sonidos la aportan los ajustes electrónicos, las funciones de masaje o de ventilación de los asientos, entro otros.

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"Detrás de todas las funciones hay motores que potencialmente generan ruido", añade. Es difícil excluir todos los sonidos desagradables, ya que algunos recién aparecen bajo determinadas temperaturas, después de un tiempo de recorrido o a mayor velocidad.

Las pruebas de conducción a temperaturas extremadamente altas o bajas ya forman parte del programa ordinario de los fabricantes. Y en este caso, están involucrados especialistas como Klos.

Pero también se le pide ayuda al automovilista corriente. Daimler realiza regularmente estudios de sonido donde los no especialistas evalúan los ruidos, como así también situaciones de funcionamiento y conducción del automóvil.

Para muchos padres con niños pequeños es muy importante que el sonido de la puerta también transmita sensación de seguridad, advierte Altinsoy.

Lo mismo ocurre con el sonido del señalero: "Desde el punto de vista técnico ya no sería necesario, pero es un sonido familiar", agrega. Y lo familiar transmite seguridad y confianza. Por ejemplo, Volkswagen, ofrece el mismo sonido en todos sus modelos.

En general, los fabricantes de automóviles parecen tener los ruidos molestos bajo control. "Lo sorprendente es que la buena acústica ya se logra con cada vez menos materiales aislantes. Muchos autos nuevos ya casi no los tienen", señala Graf.