A partir de la designación del cupo global establecido para la importación de vehículos, determinado por el Comité de Comercio Exterior (Comex), que para este año fue de 23.285 unidades derivado en USD 280'680.927, los resultados no han sido los mejores, según manifiesta Manuel Murtinho, gerente de la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA). Esto es debido a la congestión que se genera para retirarlos en la aduana y la retención de los automotores por sobrepasar los cupos. “El sistema que funciona es el que primero llega es el primero en ser atendido, los resultados han sido pésimos para el sector automotor ya que hay una gran cantidad de concesionarios que no pudieron retirar sus vehículos en el debido tiempo, ocasionando bodegaje y multas por abandono de los automotores”. Agrega que los vehículos que se encuentran en los patios de la aduana y que no pueden entrar al país por falta de cupo ya fueron cancelados a los respectivos fabricantes, lo que quiere decir que los dólares ya salieron del país hace mucho tiempo, por lo que asegura que en este momento existen 2.140 vehículos retenidos y que deben ser retirados el 1 de enero de 2017, lo que podría ocasionar pérdidas al sector y al Gobierno, afirma Murtinho.

La contracción económica que atraviesa el país y las reglas impuestas a la importación de vehículos se ven reflejadas en la reducción de las ventas. El año pasado, la comercialización de los vehículos (importados y ensamblados) disminuyó el 32% (38.799 unidades menos) en relación con el 2014, y hasta febrero de este año la caída fue del 49%, según datos de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade) y de la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA).

Sin embargo, pese a todo pronóstico, el pasado 30 de septiembre, el ministro de Comercio Exterior, Juan Carlos Cassinelli, anunció a través de su cuenta de Twitter que desde el próximo año se eliminarán los cupos para la compra de autos. Para el presidente ejecutivo de la Aeade, Genaro Baldeón, es una decisión “acertada y oportuna del Gobierno”, especialmente por las negociaciones para la suscripción del acuerdo comercial multipartes con la Unión Europea.

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Con ello coincide la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae), que también tiene cupos para importaciones; sin embargo, su director ejecutivo, David Molina, hace hincapié en que la reducción del mercado se explica por un problema de demanda y no por los cupos. “Por esta razón no vemos que las importaciones puedan dispararse en el 2017. Como Cinae vemos el acuerdo comercial con la Unión Europea como positivo, ya que es bueno para el país, más allá de que al sector industrial podría afectarle la llegada de vehículos más baratos de Europa con 0% de arancel, pero el acuerdo es positivo, habrá más liquidez para la economía y eso generará más consumo”.

Molina enfatiza en la importancia de que el Gobierno redefina la política arancelaria a favor del sector industrial ecuatoriano. “En la actualidad un vehículo ensamblado en el Ecuador paga un arancel del 15% como mínimo, en los próximos siete años van a venir vehículos europeos con 0% de arancel”. Otro hecho que pone a consideración es que actualmente estén ingresando vehículos armados en Colombia con 0% de arancel, lo que en un mercado abierto sin cupos como el que se plantea pondría a la industria nacional en una condición de desventaja, por lo que considera vital que el Gobierno realice una reforma a su política arancelaria ya que ahora los vehículos ensamblados en el país pagan 15% de arancel. “Nuestra propuesta es que se reduzca el arancel del CKD (vehículos por ensamblar) en función de una mayor incorporación de contenido nacional”, menciona Molina.

Cifras

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Hasta el 2015 el cupo de importación era de $ 300 millones y se dividía entre los 46 importadores. Para el 2016 se redujo a $ 280 millones, divididos en los cuatro trimestres (cada uno con un cupo de $ 70’170.231,82), pero se abrió a la importación a todo el que quiera importar con un mínimo de dos vehículos.

En el 2012 la producción de la industria alcanzó las 79.616 unidades; en 2015 bajó a 48.926. Para el 2016, a más de los cupos, se suma otro factor a la caída de la demanda: las expectativas de la población sobre su situación económica y laboral, según datos de Cinae.