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Un habitante del sector dijo que ya están cansados de denunciar y alertar a la Policía sobre extorsiones.
El cabildo (dirigente) de la comunidad con los comuneros había decidido aplicar un tipo de ajusticiamiento indígena (purificación con baño y ortiga) y luego de eso ser entregada a las autoridades policiales.
El sospechoso cayó en una quebrada y tuvo lesiones graves que le provocaron la muerte.
El comandante de la subzona 8 de la Policía Nacional en Tungurahua, Cnel. Jaime Amores, ratificó que ayer domingo en la noche en la parroquia Huambaló, cantón Pelileo, un sujeto fue sometido a un castigo por parte de la población.
Esta medida se adoptó luego de que tres hombres de nacionalidad venezolana fueran capturados por comuneros al intentar huir en un vehículo que presuntamente habían robado, la madrugada del lunes.
Según información preliminar los sospechosos habrían chocado el vehículo en su intento de fuga, por lo que el populacho logró capturarlos.
Según la Fiscalía del Guayas, la Defensoría Pública pidió al juez que lleva el caso, Carlos Flores Iñiguez, el diferimiento de la audiencia para prepararse y ejercer una adecuada defensa técnica en la siguiente diligencia.
Será velado en la casa barrial de Atocha y este sábado a las 16:00 sepultado en el cementerio del lugar.
Al parecer el hombre, acompañado de otras personas, habría intentado el robo; pero fueron observados por la comunidad
El fiscal a cargo de la diligencia, luego de una hora de espera, suspendió a las 11:00 la actividad investigativa, que concentró a más de 200 pobladores de esta parroquia guayaquileña ubicada en el filo costero.
¿Qué habría hecho cada uno de nosotros si se encontraba entre la turba que ajustició a las personas que los rumores acusaban de delitos graves, que además no se podían comprobar en ese momento? ¿Cómo hubiéramos enfrentado tal desborde de violencia y sadismo?
Quiero creer que el internet acorta distancias, que la red me acerca y me permite no extrañar lo que amo.
La semana pasada, dos situaciones predominaron en los titulares de los medios. La primera surge de un hecho atroz: el linchamiento de tres personas en la parroquia Posorja.
Las redes sociales más allá de sus aspectos positivos y negativos, son una realidad insoslayable, que debe ser tomada en cuenta si queremos analizar con alguna seriedad el entorno comunicacional actual.
En medio del estupor causado por los sucesos de Posorja, queda latente la perplejidad ante los innumerables comentarios, especialmente en las redes sociales, que pretendían justificar de cualquier manera la orgía de sangre cometida en masa, lo que demuestra a su vez una tendencia justiciera que bordea la frontera de la ilegalidad y que, sin embargo, termina teniendo acogida y receptividad sin distinción de nivel cultural o social.
Los linchamientos son crímenes. Los “actos de justicia popular” no tienen justificación en un Estado de derecho, aunque en las redes sociales algunas personas pretendan legitimarlos.
El lamentable suceso de Posorja, parroquia rural de Guayaquil, sobrecoge por el nivel de violencia y deshumanización alcanzado.
El alcalde de Guayaquil se refirió a lo ocurrido en Posorja, donde tres personas fueron apedreadas y quemadas tras correrse un rumor de que eran supuestos secuestradores de niños, algo que las autoridades han negado.
[VIDEO] Tres personas fueron linchadas en Posorja por ciudadanos que los sacaron de la Unidad de Policía Comunitaria donde estaban detenidos.
Luego de la ejecución del policía venezolano Óscar Pérez y, antes, otros crímenes cometidos por integrantes de aparatos estatales y civiles armados por el chavismo, toma sentido aquel estribillo del canto “Venezuela es roja rojita, con mi comandante derrotamos a los fascistas…”.