Retomo el hilo de un artículo que escribí sobre la Refinería del Pacífico (RdP) en julio 10. En aquel entonces las autoridades declararon que estaban avanzadas las conversaciones para conseguir financistas para la RdP; se requerían más de USD 10 mil millones; la obra la construiría un consorcio coreano-chino.

Como paso previo, el Gobierno proponía elevar el tope autorizado de la relación deuda/PIB, que es de 40%. Al final no optó por incrementarlo, sino cambiar la definición de deuda pública para eliminar del cálculo la deuda con IESS y así ampliar sustancialmente el cupo para contratar nueva deuda.

Se rumoreaba que habría un gran anuncio respecto al financiamiento durante la visita del presidente Xi. Pero, según la agencia oficial china Xinhua, todo lo que acordaron los dos presidentes fue “alentar a sus empresas e instituciones financieras para que aborden una posible cooperación en la Refinería del Pacífico”.

Traduzcamos del lenguaje diplomático al español: no hay nada concreto. Que ante insistencia del Ecuador sobre el tema, China ofreció alentar a sus empresas. Ni CNPC, CNOOC, Sinopec o Petrochina están presionando a los bancos estatales chinos para que financien la obra.

En vísperas de la escala del presidente chino en Quito, el diario oficial El Telégrafo publicó una entrevista al embajador en Pekín, José María Borja, quien describió el estado del proceso con bastante ecuanimidad: Se está buscando quien construya la refinería, lo cual es proceso complejo, puntualizó, y añadió: “Estamos justamente en esa etapa... Solo entonces se adjudicará la construcción de la obra, entre aquellas empresas que estén interesadas”.

Esto es: no es cierto que estén ya seleccionadas las empresas constructoras.

Sigue Borja: cuando culmine la compleja fase de decidir quiénes construirían la obra, se buscará resolver lo relacionado con el financiamiento. Ya se adelantan conversaciones con China, “pero todavía hay muchos detalles técnicos que deben ser superados”.

Entre los problemas técnicos estaría que ningún banco estatal chino va a financiar una refinería tan costosa sin que de por medio esté una empresa estatal china: la China financia las exportaciones de sus bienes y servicios, no así el negocio de una constructora coreana.

Si así estamos hoy, cualquier decisión que deba tomarse sobre la RdP, si el proyecto avanza hasta ese punto, quedará para el próximo gobierno.

No, la RdP no se viene.

Una refinería de esa envergadura deberá destinar a la exportación buena parte de los combustibles que produce. Ese es un negocio internacional, y como todos los negocios, riesgoso. Se trata de una inversión demasiado voluminosa para el tamaño de nuestra economía. Que el Estado lo emprenda es muy peligroso. Peor con la manera en que Petroecuador maneja sus negocios, lo que recién comienza a destaparse, pero que era bien conocida.

En cambio, sería muy positivo que se consiguiese una empresa petrolera multinacional o china que quiera invertir en el negocio por su cuenta y riesgo. Inversión extranjera, en que el Estado no ponga un centavo; que agregue valor al petróleo, mejore la calidad de los combustibles, se exporten derivados y no crudo, cree empleo, cause impuestos y no haga subir la deuda pública. (O)