No solo en quienes lo ejercen, también lo es en buena parte de la clase política.

La incontinencia en las palabras

El que tiene incontinencia sabe que no es extraño que en muchas personas se acumulen cargas de complejos o de irritaciones y estas sentirán que el “incontinente” como que dice lo que ellos quisieran decir.

En el caso de Donald Trump fue constante su incontinencia en la campaña que lo lleva a la Presidencia de Estados Unidos. Por eso se le unieron los de corte fascista y racista, también los que se sienten perjudicados por la inmigración y/o los acuerdos de comercio y sus impactos en puestos de trabajo. Una grave patología social es cosificar a la mujer y a otros seres humanos en su diversidad, por eso Trump se introdujo en esa patología.

Y hay más, la acumulación de los errores de establishment del poder político y económico llevó a que sectores de la sociedad de ese país hayan preferido castigar a quien se percibía su elegida; y, como consecuencia de esto, a disculpar la procacidad de Trump.

¿Qué y cuánto de lo que dijo u ofreció va a ejecutar? Tendrá que asumir que su gestión debe tener el límite de no llevar al caos a su país y que no podrá salir a enfrentar irresponsablemente a otros países de la región y del mundo.

Posterior al 8 de noviembre, cambió la fraseología. Ofreció conciliación.

Sobre la señora Clinton anunció que revisaba la amenaza de hacerla procesar y llevarla a prisión; y, expresó: “Hillary trabajó duro –por Estados Unidos– y le debemos gratitud por su servicio”.

En honor a la verdad, a Trump también le dijeron muchas cosas, hasta reprodujeron fotos de años atrás de su cónyuge, con escasísima ropa, apenas cubriendo lo más íntimo de su cuerpo, cuando era modelo. En semanas será la primera dama de Estados Unidos de América.

Putin y Assange

Lo que más impactó severamente en la formación de la imagen antiética de la señora Clinton fue la campaña de Assange, que reprodujo miles y miles de mensajes que se filtraron violando toda norma de seguridad sobre correos oficiales y personales de ella y su entorno, tanto de la época en que ejerció el cargo de Secretaria de Estado del presidente Obama, como en la de la campaña de las primarias contra el precandidato demócrata Bernie Sanders y luego en la campaña contra Trump.

La base del lanzamiento de esa especie de “misiles” de Assange, por meses, contra la señora Clinton, fue la sede de la Embajada del Ecuador en Londres, donde él está asilado, bajo la protección soberana de nuestro país, hasta semanas recientes en que se le privó de las líneas de internet, según Assange, por presión de la Secretaría de Estado del país del Norte.

Hay quienes han expresado que la permisividad del Ecuador es un capítulo similar al de la venta de la bandera que dio origen a la Revolución Liberal de 1895.

Esa permisividad protectora de quien sistemáticamente violaba la privacidad de la correspondencia informática diplomática de Estados Unidos y personal de la señora Clinton, de lo que –en cambio– al interior del Ecuador se acusa a opositores del Gobierno, por su correspondencia ¿habrá sido una decisión a conciencia de sus riesgos, porque era contra el imperialismo yanqui?

La divulgación de los correos fue por múltiples medios. El canal Russia Today de presencia mundial, por satélite, los repetía varias veces al día. Por eso, la señora Clinton denunció la protección de Assange por Putin, el gobernante ruso.

Putin respondió: “¿Alguien cree seriamente que Rusia puede influir en la elección de la población estadounidense? ¿Será que Estados Unidos es una especie de república bananera? Estados Unidos es un gran país, corríjanme si me equivoco”, agregando “no podemos dejar de dar la bienvenida al intento de Trump de reconstruir las relaciones con Rusia”. Esto lo dijo el 27 de octubre del 2016, antes de las elecciones del 8 de noviembre. Posterior al 8 de noviembre ya conversaron telefónicamente Putin y Trump.

Evidente expresión de desprecio para el Ecuador y otros países la tacha de “república bananera”, en los términos de Putin.

También, los abogados de Assange ya están queriendo llegar a un acuerdo con Trump, a fin de que quede sin efecto su procesamiento en Estados Unidos.

Hasta ridícula resulta la fraseología de no acordarse cómo llegaron a las funciones públicas los que saltan en el desborde de la corrupción o acusar que antes también tuvieron funciones públicas.

Palabras de Correa sobre Trump

A fines de septiembre del 2016, Rafael Correa dio declaraciones a la periodista estadounidense nacionalizada venezolana, de militancia de izquierda chavista, Eva Golinger, que trabaja para la citada cadena Russia Today.

Habría expresado: “Para América Latina sería mejor Trump” (…) “generaría en la región un rechazo similar al que produjo la política de Bush... exacerbaría las contradicciones, pero por el bien de Estados Unidos y del mundo y por mi aprecio personal con ella quisiera que gane Hillary”.

¿Para América Latina, mejor Trump?

Después del 8 de noviembre las declaraciones de Correa han sido críticas.

Corrupción, peculado, cohecho y extorsión

Que en la larga “noche neoliberal” hubo corrupción, sí.

Pero en gobiernos socialistas de viejo cuño y en los del llamado “socialismo siglo XXI”, también, y más.

En China y Rusia, con larga tradición de gobiernos comunistas, sí hay purgas de los que caen en desgracia.

¿Comunistas?, así se llaman, pero hay fortunas inmensas en los entornos gobernantes. En China, semanas atrás, hicieron un reality show televisivo exhibiendo por una semana a los corruptos que cayeron en desgracia, allá inclusive hay pena de muerte.

Venezuela, Argentina y Brasil son “emblemáticos” en la corrupción. Miles de millones de dólares bajo investigación. Alguien decía: los “neoliberales roban, los revolucionarios financian la revolución”. ¡Qué audacia!

En el Ecuador, después de que desde el 2007 se desmanteló parte de la legislación de control previo para la contratación pública, es evidente que se desborda la corrupción.

Y hay una manipulación de conceptos.

Desde el Gobierno se acusa a los empresarios privados de “cohecho” –ellos han corrompido a los ingenuos funcionarios públicos, como que es el discurso–.

Sectores que están perdiendo el miedo denuncian peculado y también sobornos, puntualizando cómo se inflan precios, se direccionan subcontrataciones y luego se manejan los pagos. La intervención del presidente de la Federación de Cámaras de la Construcción, Enrique Pita, en Ecuavisa, la mañana del martes 15 de noviembre del 2016, fue impactante.

“Si-te-he-visto-no-me- acuerdo”

Hasta ridícula resulta la fraseología de no acordarse cómo llegaron a las funciones públicas los que saltan en el desborde de la corrupción o acusar que antes también tuvieron funciones públicas.

Y Lenin Moreno

Una frase en la última Vistazo, junto a una caricatura de él, resume la percepción que sobre él muchos tienen: “Seré diferente, pero igualito a Correa”.(O)