Martha tenía cinco meses de gestación cuando le diagnosticaron insuficiencia renal. La semana siguiente, la mujer empezó a recibir las hemodiálisis. Esto ocurrió hace cuatro años.

“En ese momento solo me interesaba el bienestar de mis hijas mellizas. Pensé que al culminar el embarazo se me iba a quitar la enfermedad, pero no fue así. Ahí vino lo duro, el tiempo que le quitaba a mis bebés por estar en las diálisis me deprimía”, recuerda la mujer, quien hace tres semanas recibió el trasplante de uno de los dos riñones de un joven que falleció en un accidente de tránsito.

La intervención quirúrgica se efectuó en el hospital Luis Vernaza. “Me devolvió la esperanza de vivir y luchar por mi familia. Ahora ya no estaré atada a una máquina, ni al tiempo que dura cada sesión (diálisis) y que le quitaba a mis hijos”, expresa Martha, quien permaneció más de dos años en lista de espera.

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El 12 de diciembre recibió la noticia de que había un posible donante. “Estaba escéptica, no quería ilusionarme. Me dijeron que me haga unos exámenes y a las pocas horas me los hice. Luego me llamaron y me dijeron que tenía el 77% de compatibilidad... Cuando salí del quirófano, ahí supe que era real”, narra al ver a su hijo.

Y aunque desconoce el nombre de su donador, Martha da gracias a esa familia, “aunque un pariente fallece, un pedacito de esa persona va a seguir vivo en otra persona y va a llenar de felicidad a su familia”.

Así como Martha, otra paciente recibió del mismo donador, el mismo día (13), el otro riñón. Esta paciente también se recupera en su casa.

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Antes de estas intervenciones quirúrgicas, el 11 de diciembre otra persona falleció en un accidente de tránsito y su familia dio la autorización para donar los dos riñones. Con estos órganos, dos pacientes más fueron beneficiados.

Uno de ellos es Antonio. Tiene 53 años, es abogado y bombero voluntario. Sus actividades las realizaba limitadamente desde hace cinco años, ya que tres veces a la semana acudía a realizarse las diálisis.

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Él padece de insuficiencia poliquistósica renal congénita, enfermedad que causó la muerte del padre, a los 33 años, y de la hermana, a los 41.

“Yo sabía que me podía dar en cualquier momento, por eso siempre me cuidé, no tomo, ni fumo y me alimento bien... se me presentó el mal a los 47”, sostiene.

Comenta que a las 04:00 del 9 de diciembre lo llamaron del hospital para indicarle que era un posible candidato y que acuda al centro para que se haga unos exámenes de rutina.

“Cuando me confirmaron que sí era compatible, me puse contento y me abracé con toda mi familia. Me llamaron para cambiar mi vida. Ya no dependeré de una máquina...”, expresa sonriente el paciente, a quien el año pasado le extirparon los dos riñones.

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Con los cuatro pacientes, en el hospital Luis Vernaza se trasplantó a 13 personas en el 2012 y en total 38 desde que el centro fue acreditado por el Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot), en septiembre del 2009.

El Indot es el organismo que asigna a los pacientes que son compatibles con el donador, antes del examen de histocompatibilidad, que dura siete horas (por el traslado de las muestras de Guayaquil a Quito), explica María Candela Ceballos, coordinadora de la Unidad de Trasplante, quien agregó que los trasplantados deben tomar de por vida inmunosupresores (para evitar el rechazo).

Entre las complicaciones que podrían tener los pacientes está el rechazo del órgano y padecer de infecciones, debido a que sus defensas tienden a bajar con el consumo de los fármacos, sostiene Candela, quien agrega que no todos los pacientes renales son candidatos.

“Si no tiene una casa apta (pulcra); si no tiene un núcleo familiar que lo asista en los primeros meses; si padece de insuficiencia cardiaca u otros males cardiovasculares severas y respiratorias; y la edad es otra limitante se operan desde los 15 hasta 65 años”, dice esta médica de la Unidad de Trasplante.

Más datos: Sobre los trasplantes
En lista de espera
Hay cien pacientes que están en lista de espera para trasplante de riñón en el hospital Luis Vernaza.

Acreditación
El Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células acreditó a la Unidad de Trasplantes de este hospital para efectuar trasplantes hepáticos en adultos, el 30 de noviembre último. En este centro ya se realizan las evaluaciones médicas a los pacientes con males hepáticos terminales, como la cirrosis, para la lista.

Fallecidos
Tres pacientes fallecieron en el 2012. Dos de ellos, que recibieron los riñones el año pasado, murieron meses después por las infecciones cardiovasculares que se les presentaron luego del trasplante. El otro, que fue intervenido en el 2010, murió por otras causas.