A causa de una caída, María, de 92 años, se fracturó la cadera, no puede mover la pierna izquierda y con dificultad y dolor alza parcialmente la derecha.

La adulta mayor será el primer caso que se analice en el hospital del IESS Teodoro Maldonado Carbo, como parte de la investigación sobre la mortalidad de pacientes mayores de 60 años operados por fracturas de cadera que realiza la fundación suiza OA, organismo que estudia las técnicas quirúrgicas para fracturas.

Además de esta casa de salud, en el país, el estudio también se realizará en quince centros de México, Costa Rica, Colombia, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil.

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El objetivo de la investigación es evaluar cuántos de esos pacientes que son operados por fractura de cadera llegan a sobrevivir, indicó Shandher Tovar, consultor de la fundación que el jueves y viernes pasado visitó el centro para la calificación y verificación de los servicios del hospital a fin de habilitarlo para realizar el estudio.

El análisis en los países latinoamericanos, según el médico extranjero, se realiza porque “no está descrito en documentos formales cuál es la mortalidad de estos pacientes en Latinoamérica. Existen estudios en Norteamérica, Europa y Asia que tienen documentados los márgenes de mortalidad asociados, pero aquí (en Latinoamérica) no”.

El hospital del IESS fue elegido luego de un año de haber documentado el manejo del servicio de traumatología, el número de personas atendidas, el tratamiento y las técnicas que se emplean en los pacientes, informó Miguel Mite, jefe del área de Traumatología del centro, quien expresó sentirse orgulloso de que la casa de salud forme parte del estudio.

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Para Tania Alvarado, directora técnica de Investigación y Docencia del centro, “es una gran distinción”.

Según el consultor, el estudio tiene una duración aproximada de dos años. En los primeros doce meses se realizará el reclutamiento de 300 pacientes y, posteriormente, se dará seguimiento a los casos.

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En el hospital del IESS se registran por semana un promedio de dos a tres pacientes adultos mayores con fractura de cadera, dijo Mite, quien sostuvo que la mortalidad es baja y, aunque no hay estadísticas, la cifra estimada es del 1%.

Como parte de la intervención quirúrgica que se realiza a estos pacientes, dependiendo del patrón de fractura, se pueden colocar placas con tornillo o prótesis (remplazo de la articulación parcial o total). Después de días o hasta seis semanas, el paciente es sometido a una rehabilitación para que asiente el pie y ejercicios de glúteos, con lo que se evita que permanezca en cama y gane movilidad.

“Tratamos de disminuir la estancia en la cama porque como son añosos y por la edad se complican. Se debe operar lo más pronto posible, en las primeras 24 horas. Las mejores condiciones para intervenirlo es en el momento en que se caen; si pasan los días, al paciente se le pueden hacer escaras (enrojecimiento y úlceras profundas que llegan hasta el hueso) y tener afecciones pulmonares (por la posición, las secreciones nasales se acumulan y se produce neumonía)”, explicó Mite.

La fractura en los adultos mayores se debe, agregó, a que ellos no tienen el control suficiente para desplazarse, en especial si viven solos, se pueden resbalar, tropezar, caer y por la debilidad de los huesos (la mayoría padece de osteoporosis) se fracturan.

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Y la recuperación es más difícil debido a que se desequilibran rápidamente, porque no se alimentan correctamente, les faltan proteínas, dijo el especialista.

Mortalidad en España

En España, de los casi 40.000 pacientes que sufren al año una fractura de cadera, casi 10.000 fallecen durante los doce meses posteriores, según un artículo publicado en la revista Medicina Clínica en septiembre del 2011. En el documento se indica que la tasa de mortalidad en los adultos mayores es del 7% hasta los 75 años y del 33% en los que pasan de 85.