Mañana es el Día Mundial contra la Diabetes, una enfermedad que afecta a 366 millones de personas en el mundo, según un reciente informe de la Federación Internacional de la Diabetes, y que según el Ministerio de Salud Pública, está ubicada entre las principales causas de muerte en el Ecuador.

Si usted la padece, debe tomar en cuenta algunos aspectos de la alimentación, pues son la clave para prevenir que la enfermedad ataque con fuerza.

Por muchos años se consideró que la dieta que debía seguir un diabético tenía que ser restrictiva al eliminar alimentos como el azúcar.

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Actualmente está comprobado que el paciente puede tener una nutrición balanceada, incluyendo todos los grupos de alimentos, pero manteniendo siempre un control estricto del azúcar en la sangre, explica la nutricionista colombiana Claudia Angarita.

Los requerimientos nutricionales para una persona con diabetes son los mismos que para una persona sana. De hecho, agrega la experta, la dieta del diabético debe incluir una combinación adecuada de carbohidratos, proteínas y grasas, de acuerdo con la edad, estatura, peso, actividad física y las necesidades metabólicas individuales. “Nunca debe faltar alguno de estos nutrientes y una adecuada hidratación”, menciona.

El internista Sergio Murillo sugiere dos litros de agua al día, pero advierte que si se toman jugos, sí es necesario evitar endulzarlos, más aún cuando se acompañan de comidas que tengan carbohidratos. “Combinar azúcar y arroz es ingerir carbohidratos en exceso”.

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Según Angarita, las proteínas idealmente deben ser de origen animal como la leche baja en grasa; carne de res magra o baja en grasa; carnes blancas como cerdo, pollo o pescado, y huevo. También se pueden utilizar proteínas de origen vegetal como fréjol, lenteja, soya, que además aportan una cantidad significativa de fibra.

En cuanto a las grasas, deben ser vegetales, preferiblemente utilizar aceite de canola, girasol u oliva, libres de grasas trans. Esto permite un aporte adecuado de ácidos grasos poliinsaturados omega 6 y 3. Además, recomienda evitar la grasa de origen animal (grasa de la leche, quesos grasosos y mantequilla) o margarinas hidrogenadas.

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Según la endocrinóloga venezolana Imperia Brajkovich, una adecuada alimentación y la práctica regular de actividad física son indispensables para prevenir o disminuir las complicaciones crónicas, entre ellas, la retinopatía (daño en los vasos de la retina y con ello ceguera), nefropatía (mal funcionamiento del riñón, que termina en diálisis), arteriopatía y neuropatía (en las piernas hay vasos que se obstruyen y nervios que se dañan presentando pie diabético) y enfermedad cardiovascular (infarto al corazón o cerebro), estos problemas ocurren de 8 a 10 años después de un mal control de la enfermedad. Ella también aconseja caminar media hora diaria.