JUAN CARLOS GÓMEZ
CHIMBO, Bolívar.- El factor que más incide en bajar los rendimientos que sacan los pequeños y medianos productores de papa es que no se aseguran de sembrar una semilla garantizada como tal. De las 55 mil hectáreas que se cultivan en Ecuador, solamente un 2% ponen en su tierra negra y fértil semilla certificada; la demandan más papicultores grandes.

“Tenemos la meta de elevar la productividad promedio del tubérculo por hectárea de 6 a 12 toneladas, en un plazo de cuatro años, promoviendo la participación de los mismos agricultores como semilleristas registrados del tubérculo y cubriendo la totalidad de la superficie papera con plantas sanas y vigorosas de las mejores variedades comerciales”, citó Carlos Emilio Vélez, coordinador de la zonal 5 del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap).

Con técnicos y recursos de esta entidad en convenio con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dentro del programa Semillas Andinas, desde hace seis meses en la provincia de Bolívar se capacitaron y apoyaron con semilla e insumos a ocho organizaciones para que opten por el registro de semilleristas y empiecen a multiplicar la semilla registrada de las variedades superchola y freepapa entregada por el Iniap, cumpliendo todos los requisitos que exige la ley.

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Regulaciones

El inspector de semillas y coordinador de la Unidad Agropecuaria del Magap-Bolívar, Edwin Lara, destacó la agilidad de gestionar ahora en cada una de las provincias el registro de semillerista y la voluntad y vocación de los miembros de las organizaciones, como es el caso de la Asociación de Productores Agropecuarios de San Francisco de Cochabamba.

Esta entidad agrícola desde julio pasado actúa como proveedora de semilla certificada en el callejón interandino, luego de cumplir con todas las inspecciones legales y logrado su fortalecimiento organizacional mediante la capacitación de sus miembros en temas agronómicos y de agronegocios recibida del Magap, relató su presidente, Nelson Cortez, al describir este proceso considerado por él como el de mayor beneficio de los que han desarrollado.

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Los semilleristas, señaló Lara, rimero registran los campos de multiplicación mínimo de una hectárea, localizados a una altura de 2.800 metros sobre el nivel del mar y aislados de otros cultivos, no trabajados durante dos años, dotados de riego, y deben manejarlos con un criterio técnico diferente al comercial.

Las inspecciones a los lotes previamente calificados comienzan al mes y medio para ver la incidencia de plagas y enfermedades, malezas nocivas y sobre todo, el porcentaje de germinación.

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La segunda es en la época de la floración para evaluar la pureza varietal y la tercera, para autorizar su cosecha, verificando que el tubérculo llegue a su madurez fisiológica. La papa semilla es seleccionada por categorías, según el peso, dejándose la de primera (80 a 90 gramos) para desinfectarse y almacenarse en bodegas donde se ejerce un control interno de calidad para colocarle el marbete de semilla certificada sellado por Agrocalidad.

Se certificarán otras variedades (Victoria y Natividad del Huayco), el costo del saco de semilla es de $ 25, y hasta el momento el Programa ha vendido 450 quintales de un material que garantiza un rendimiento por hectárea de 12 toneladas.

Costo vs. beneficio

El éxito del cultivo de papa manejado adecuadamente depende un 50% de la calidad de la semilla. El costo de producción con semilla certificada se eleva a los $ 4.000 por hectárea, pero el rendimiento sube un 50%.

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Tecnologías

Se pretenden paquetes fitosanitarios preventivos con productos sello verde y dar una mejor nutrición vegetal.