Alexandra Ávila
QUITO.- Era la madrugada del jueves 5 de julio cuando el físico quiteño Édgar Carrera miraba por un canal directo de la comunidad científica el anuncio que hizo al mundo el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés) sobre el descubrimiento de la nueva partícula que explicaría cómo se originó el universo: el bosón de Higgs.

Aunque la noticia ya la sabía hace cuatro semanas, el anuncio lo llenó de emoción porque después de más de 40 años de haber sido prevista teóricamente, un grupo de más de 3.000 investigadores del mundo, que lo incluía a él como físico ecuatoriano y docente de la Universidad San Francisco de Quito, logró reunir suficiente evidencia para anunciar el hallazgo de una partícula del mismo tipo y masa que la descrita como bosón de Higgs o la llamada partícula de Dios, bautizada así en 1993 por el Premio Nobel Leon Lederman.

Sin el bosón de Higgs no habría masa y, sin ella, no habría átomos ni estrellas ni planetas ni mucho menos vida, tal y como se conoce. Para lograr este descubrimiento el CERN diseñó el Gran Colisionador de Hadrones o LHC (por sus siglas en inglés, Large Hadron Collider), ubicado en las afueras de Suiza, una especie de túnel de 27 kilómetros de circunferencia que une detectores igualmente complejos (CMS, ALICE y LHCb) con ATLAS.

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El objetivo del LHC es revelar las partículas infinitamente pequeñas -y aún desconocidas- que escribieron las reglas de todo lo que hoy constituye el cosmos, según explicó Carrera. La idea es que dos haces de protones viajen en direcciones opuestas. Cuando alcancen una velocidad cercana a la de la luz, chocarán frontalmente convirtiendo su energía en la masa de nuevas partículas. Estas colisiones son minuciosamente estudiadas en el corazón de los cuatro grandes detectores y recrean las condiciones primordiales de energía, temperatura y materia que existieron cuando el universo tenía menos de una trillonésima de segundo de edad.

Según Carrera, también se pueden encontrar explicaciones para conocer acerca de los agujeros negros. El ecuatoriano experto en física de partículas colaboró en este experimento de CMS temporalmente en el 2006 y 2007 y a través del proyecto DZero en Chicago en donde conoció a Bruce Hoeneisen, actual profesor de la Universidad San Francisco de Quito, que buscaba también esta partícula.

Luego participó en la investigación a través de la U. de Boston. Regresó al Ecuador hace un año y medio a través del programa Prometeo, de la Senescyt, y la U. San Francisco lo acogió. "Desde pequeño intentaba averiguar el origen de todo, no me conformaba con una explicación a medias, enterándome, buscando y preguntando todo me llevó hacia el estudio de partículas. Desde pequeño estaba inclinado a averiguar todo", dice. El otro ecuatoriano que participó en el experimento a través del Laboratorio de Fermilab, en Chicago, donde trabajaba, es Francisco Yumiceva. Actualmente es docente de la U. de Florida.

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Hoeneisen, el chileno radicado en Ecuador, explicó que a más del país en América Latina colaboraron en el experimento universidades de Colombia y Argentina.

Apuntes

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El Gran Colisionador de Hadrones LHC es operado por el personal del CERN, la Organización Europea de Investigaciones Nucleares. El mismo lugar donde se inventó la World Wide Web, conocida hoy como www.

Carlos Montúfar comentó que el bosón de Higgs es la pieza del rompecabezas que le faltaba al modelo estándar de la física.