La buena calidad del cacao orgánico que Ecuador produce sigue en la mira de los mercados internacionales. Es el caso de la empresa Francesa Kaoka, que buscó que 16 organizaciones campesinas fueran aliadas estratégicas para la compra exclusiva del producto.

Esta firma, que produce chocolate de calidad con sello orgánico para los mejores mercados americanos y europeos, tras comprar en varios países centró su objetivo en Ecuador.

Gilles Roche, asesor de Kaoka, explicó que André Deberdt, quien fue presidente de la empresa y falleció hace pocos meses, vio en este país un gran futuro y empezó hace doce años a capacitar a los productores hasta llegar a la calidad que necesitaban para su chocolate.

Publicidad

Actualmente, esta empresa compra entre 1.500 y 2.000 toneladas de cacao al año a los productores asociados a la Unión Nacional de Organizaciones Cacaoteras del Ecuador (Unocace), que solamente producen cacao orgánico y con trazabilidad.

Roche considera que en un negocio todos deben ganar, por lo que la principal preocupación de Kaoka es el bienestar del cacaotero. “Tenemos un precio mínimo de $ 90 el quintal, y aunque baje el precio internacional lo pagamos, es un contrato que se cumple. Esta semana cancelamos $ 103 el quintal y pagamos premios por la calidad”, expresó.

Para aumentar la productividad, la empresa creó una fundación con la Unocace, que se financia con un aporte de las exportaciones hechas a Francia. Con ella se busca pagar los sembríos de cacao ofreciendo un subsidio.

Publicidad

Esta fundación da a los agricultores asesoría técnica desde el cultivo hasta la fermentación, y tiene uno de los mejores jardines clonales del país, donde han sembrado 250 hectáreas nuevas y renovado 200.

En el segundo seminario internacional de cacao, organizado por la Asociación Nacional de Exportadores en Guayaquil, Roche afirmó que Ecuador es uno de los pocos países que cuentan con buena calidad en su grano y que no debería dejar perder la tradición del cacao nacional. “Es el único en el mundo con aroma floral”, y agregó que ve con optimismo que sean los pequeños productores los que mantienen la tradición.

Publicidad

“No estoy en contra del CCN51, es también un buen cacao, pero va para otros mercados. Ya hay clones del cacao nacional que están igualando los rendimientos y eso es lo que debe rescatar Ecuador, porque es lo que necesitamos los que producimos chocolate fino”, dijo.

Víctor Haro, pequeño productor del recinto El Deseo, en Yaguachi, explicó que hace cuatro años empezó la renovación. “Yo era uno de los que no creían en la capacitación. Antes cogía cuatro quintales por hectárea y actualmente estoy por catorce con las variedades que tiene el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (Iniap). Con esto aprendí que no debemos alejarnos de la tecnología ni de la asociatividad”, dijo.

Indica que desde que llegaron los franceses cambió su mentalidad y el ritmo de vida. “Mientras afuera están pagando $ 80 por el quintal de cacao, a mí me pagaron en esta semana $ 106. Lo único que necesitamos es estar capacitándonos para poder manejar la calidad y seguir las recomendaciones técnicas”, expresó.

Creo que no es difícil avanzar, solo necesitamos tener manos, ojos, tijeras y muchos deseos de combatir las enfermedades del cultivo y la pobreza, destacó el productor.

Publicidad

Indicó que aunque la temporada no es la mejor por el invierno, habrá escasez de cacao, pero las huertas están limpias de plagas.