QUITO
.- Édison Fernando Cocíos Pineda, joven de 17 años del Instituto Nacional Mejía, está al borde de la muerte. El estudiante participaba la tarde del jueves en las protestas en rechazo al bachillerato unificado y en respaldo a los maestros de la institución que reclaman compensación económica por el incremento de las horas laborables.

Según cuentan sus compañeros Xavier y Cristian, como a las 17:30 los estudiantes participaban en las protestas cuando se dirigieron hacia la parte lateral del colegio, por una entrada hacia las canchas deportivas. Fue cuando tres policías dispararon y uno de ellos impactó con una bomba lacrimógena a Cocíos en la parte derecha de su cráneo (parietal derecho).

Según uno de sus compañeros que se encontraba en la protesta, los policías ingresaron y dispararon al cuerpo. Su compañero cayó al piso como desmayado y ensangrentado. Uno de ellos lo llevó al interior del colegio hasta llamar a los paramédicos que llegaron una hora después y lo trasladaron hasta el hospital Eugenio Espejo.

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Manuel Cocíos, padre del estudiante herido, explicó que su hijo tiene un edema cerebral y su estado es grave. Los médicos explicaron a los familiares que no existen probabilidades que viva, debido a que el golpe de la bomba lacrimógena afectó uno de los huesos del cráneo y una arteria del cerebro. Ayer el joven tuvo su segunda intervención quirúrgica. Amigos y familiares se encontraban en las afueras de terapia intensiva del hospital a la espera de noticias sobre su estado.

Por la tarde llegó Juan Carlos Rueda, comandante del Distrito Metropolitano, al hospital a visitar a los familiares del estudiante y ofreció realizar las investigaciones para determinar a los responsables. Los padres pidieron que se haga justicia y que este hecho no quede en la impunidad porque los policías ingresaron a la institución a reprimirlos.

Los estudiantes que acompañaban a los padres, a gritos, reclamaron por esta actuación a los uniformados.

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Un piso más arriba, en el área de emergencias, llegaba otro herido. Cristopher Bonilla, estudiante del Juan Montalvo, recibió un impacto de bomba en su cara.

En su cuenta de Twitter, el presidente Rafael Correa, dijo que "se investigará todo lo que se tenga que investigar, pero ojalá nunca más se utilice de forma irresponsable a nuestros jóvenes".

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Los ministros de Educación, Gloria Vidal; José Serrano, del Interior; y Homero Arellano, de Seguridad, en rueda de prensa condenaron el hecho.

Vidal señaló que detrás de estas manifestaciones están partidos políticos que buscan desestabilizar al gobierno; agregó que pedirán a la Fiscalía investigar estos hechos.

Serrano señaló que por la agresión a estudiantes se ha solicitado a la Policía que inicie investigaciones y si es que existieron excesos de parte los oficiales se aplicarán sanciones.

El asambleísta Jorge Escala (MPD) informó que ha presentando una denuncia penal en contra del ministro Serrano, por este caso.

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Escala manifestó que la Policía está bajo las órdenes de Serrano; aseguró han violado disposiciones constitucionales y han incurrido en el delito de uso injustificado de la violencia, tipificado en el Código Penal.

Investigaciones

En la tarde de ayer, el fiscal distrital Marco Freire se comprometió a investigar el incidente en los predios del Instituto Nacional Mejía, Mientras que el viceministro de Salud, Nicolás Jara, dispuso que la atención médica al estudiante herido de gravedad sea una prioridad en el Hospital. También al hospital Eugenio Espejo, llegaron agentes de criminalística y de la Policía Judicial.

Reportes médicos

El director del hospital Eugenio Espejo, Hugo Sevilla, dijo que se entregarán reportes médicos sobre la situación del joven todos los días a las 09:00 y
18:00.

Demandas

La ministra de Educación, Gloria Vidal, anunció que han presentado dos demandas en la Fiscalía por las protestas que se realizaron durante esta semana.