La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó el Informe sobre la epidemia mundial de tabaquismo 2011 la semana pasada, enfermedad que solo en nuestro país mata a once personas diarias, según datos del Ministerio de Salud Pública del Ecuador.

La intoxicación del organismo, la adicción a la nicotina –principal componente del cigarrillo– y la reducción de las posibilidades de vida son algunas de las consecuencias de esta adicción.

El tabaquismo se considera una patología porque genera enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cerebrales e incluso cáncer, explica el especialista en neumología Patricio Cantos, quien menciona como “las más comunes” a la bronquitis, el asma, las obstrucciones crónicas y cáncer de laringe, faringe y pulmón.

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Cantos señala que la nicotina disminuye el grosor de las arterias e incrementa la presión arterial. Mientras que el monóxido de carbono, otro de los componentes del cigarrillo, impide la correcta oxigenación de las células. “Esto incrementa el riesgo de padecer infartos en el fumador”, dice.

Según el oncólogo Mario Zurita, el cigarrillo posee alrededor de 1.500 sustancias que resultan nocivas para la salud y las consecuencias de estas no son solo para el fumador. “El humo que respira el no fumador contiene irritantes y venenos sistemáticos como el cianuro, que resultan dañinos para el fumador pasivo”, menciona el especialista.

Un estudio del Instituto Hohenstein (Alemania) dice que el humo que no es inhalado por los propios fumadores ni por los fumadores pasivos queda impregnado en cojines, alfombras, cortinas o prendas de vestir. Este humo alcanza concentraciones de sustancias tóxicas mucho más elevadas que en el aire lleno de humo, agrega la investigación, y revela que solo el 30% del humo de los cigarrillos es inhalado, mientras que el 70% restante va a la atmósfera y se deposita sobre los textiles, y estos lo retienen para liberarlo en contacto con la piel.

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Además del riesgo entre fumadores y no fumadores, existe “un grupo muy vulnerable: los niños”, explica Zurita. “Las mujeres en estado de gestación que son fumadoras pueden causar el término del embarazo de manera precoz o enfermedades pulmonares al bebé antes y después de su nacimiento, y desencadenar problemas respiratorios en los menores”, añade.

Entre las recomendaciones para evitar el tabaquismo, su colega Margarita Santander menciona el evitar unirse a grupos sociales donde es usual el consumo del tabaco, integrarse a grupos deportivos o realizar alguna actividad recreativa. “Es importante también informarse acerca de las consecuencias del consumo del cigarro y acudir a establecimientos libres de humo del tabaco”, aconseja.

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Para los fumadores que quieran dejar el hábito, el paso más importante es tomar la decisión de manera voluntaria, sugiere Santander, y una vez tomada pedir el apoyo de familiares y acudir a un especialista.

En nuestro país, hay cuatro mil decesos anuales por enfermedades derivadas del consumo del tabaco, según cifras del Ministerio de Salud Pública del Ecuador.

Al respecto, la Asamblea Nacional aprobó el pasado 14 de junio una ley que regula la venta de cigarrillos y prohíbe fumar en lugares públicos, y el Gobierno prepara nuevos impuestos para este producto.

La normativa prohíbe el consumo de cigarrillos en centros públicos y privados de cuidado infantil, salud, educativos en todos sus niveles, farmacias, lugares dedicados a la práctica del deporte y a espectáculos deportivos, artísticos y culturales, además de instituciones y dependencias públicas.

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Según datos publicados por la OMS en su reciente informe, más de 739 millones de personas de 31 países están protegidas por leyes que prohíben fumar en espacios cerrados, y ahora la entidad prevé armar campañas que incluyan imágenes de lo que causa el tabaquismo, en vez de la frase “fumar causa cáncer” en las cajetillas de cigarrillo.

Cifras

80.000
Según datos de la OMS, cada día ese número de adolescentes ingresa al mundo del tabaquismo.

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