Paseando por la calle Lizardo García en una silla de ruedas con pedales, Galo Quinde saluda a sus vecinos en este sector del Cristo del Consuelo con una evidente felicidad marcada en el rostro, pese a que tiempo atrás una desgracia le aquejaba todos los días.

El año pasado sufrió un accidente de tránsito cuando un tráiler lo arrolló mientras caminaba por la av. 25 de Julio. El accidente lo postró en una cama, pues perdió las piernas.

“Pensé matarme en varias ocasiones, pero no lo hice porque tengo que seguir luchando por mis hijas y mi esposa, pensé que nadie me ayudaría”, confesó el hombre que luego de vivir amargos tiempos recobró la esperanza el fin de semana al ser uno de los cinco beneficiarios de los triciclos que donó la Fundación Fucelca.

Publicidad

Esta es una organización que funciona en la calle F y Lizardo García, desde hace 5 años, con la finalidad de apoyar a las personas con discapacidades.

Gustavo Romero, presidente del ente, afirmó estar orgulloso de haber cooperado hasta ahora con más de 150 personas. Él es quien diseña y elabora los triciclos que ha entregado, con ayuda de la empresa privada.

“Mi visión es que los que no se pueden mover por sí solos, por medio de esta pequeña ayuda levanten su autoestima”, dijo el hombre que sufrió poliomelitis al año y medio de nacido. Los moradores de su vecindario se sienten privilegiados de tenerlo como vecino, consideran que es un ejemplo de vida.