El director general de Salud, Juan Moreira, al responder vía correo electrónico un cuestionario de preguntas planteado por este Diario, señala que para resolver de manera definitiva los problemas en la entrega de antirretrovirales, el Ministerio de Salud pasará a un mecanismo de compra internacional en economía de escala, es decir, la adquisición en volumen de medicinas a un proveedor.

Debido a que no se le concedió a este Diario una entrevista telefónica con Moreira, pese a que el director de comunicaciones del Ministerio de Salud, Juan Carlos Toledo, indicó que se podía hablar directamente con el funcionario, no se le pudo repreguntar en qué consiste este mecanismo y a partir de cuándo se lo aplicará.

Tampoco se le pudo repreguntar el porqué Moreira insiste en que no hubo stock cero de antirretrovirales cuando los pacientes señalan que no les entregaron Efavirenz, antirretroviral, en el hospital de Infectología José Daniel Rodríguez.

Publicidad

Lo que sí reconoce es que no es para nada deseable la interrupción de tratamientos. “Nosotros mismos aconsejamos no interrumpir el tratamiento, el hecho de interrumpir por ocho días no implica necesariamente que las personas se vayan a agravar”, señala Moreira.

Al preguntarle sobre la resistencia hacia los antirretrovirales expresa que “en efecto, el mayor riesgo de interrumpir un tratamiento es que la persona desarrolle resistencia, y de presentarse una resistencia eso obligaría a cambiar el esquema del tratamiento. Sin embargo, no todas las personas que interrumpen su tratamiento desarrollan resistencia”, dice.

Moreira indica que el esquema básico de tratamiento, que recibe el 80% de los pacientes, tiene un costo de $ 381 por paciente al año, lo que significa que se invierte $ 2'100.000 por año. El segundo esquema, al que pasarían quienes presenten resistencia al primero cuesta $ 700 por paciente cada año, 1.293 personas reciben este.

Publicidad

Eso significa, según Moreira, que el paso de un esquema a otro representa un aumento del 100% en el costo.