Yolet Valentina Guale Tenorio, de dos meses de edad, es la última paciente del área de Neonatología del hospital Francisco de Ycaza Bustamante, donde fallecieron diez infantes entre el 3 y 15 de febrero, que aún sigue en esa casa de salud.

A Yolet la acompañó hasta el domingo el niño Jonathan Saraguro, quien falleció en la sala de Cuidados Intensivos.

Según Patricia Parrales, directora del hospital, Jonathan murió por su delicada condición clínica desde cuando ingresó a la casa de salud.

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“El menor nació prematuro, con asfixia cerebral, es decir, no le llegó suficiente cantidad de oxígeno al cerebro y por ende tuvo lesiones cerebrales. No respiraba por sí solo y sus condiciones siempre fueron críticas”, señaló.

La funcionaria aseguró que los últimos hemocultivos realizados al menor sobre presencia de la bacteria serratia fueron negativos.

A las 17:00 de ayer, el cuerpo del menor fue sepultado en el cementerio de la comuna Vivar, del cantón Pucará, en la provincia del Azuay.

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Mientras, los padres de Yolet, Javier Guale y Tatiana Tenorio, quienes no se han separado de su hija, dijeron que desde que nació la bebé, el hospital prácticamente se convirtió en su casa, donde se asean y duermen.

Durante un recorrido nocturno que hizo este Diario por la casa de salud, el pasado jueves, la pareja colocaba una cobija en el colchón inflable que con esfuerzo compró, después de dormir por más de un mes sobre cartones.

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Antes de acostarse, Guale tomó de su maleta dos fotografías de su hija cuando tenía pocos días de nacida. Con amor, la pareja las observó por varios minutos.

“Nació rellenita; ahora está flaquita por su enfermedad (síndrome de intestino corto)”, señaló con tristeza el padre de la infante, quien por estar pendiente de su hija dejó momentáneamente su trabajo de comerciante. “Cuando le sale algún cachuelito se va, pero pasa más aquí”, contó la esposa.

Uno de los momentos más significativos para Guale es cuando toca el pie de su hija. “Con sus deditos me agarra”, comentó con emoción.

Con una sonrisa, Tenorio comparte los quince minutos que pasa con su hija cada tres horas. “La cargo y abrazo con cuidado. Cuando la tengo en mis brazos soy feliz”.

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Durante estos dos meses que han permanecido en el hospital, la pareja entregó una casa que alquilaba porque no pasaba allí. Ahora ellos viven con la madre de Tenorio, quien les lleva el almuerzo al hospital.

Aunque Yolet ha mejorado con el tratamiento alimentario que se le administra, el padre de la niña espera que las autoridades de Salud lo ayuden con su petición de llevar a su hija a España para que especialistas traten su enfermedad.

Ante esta solicitud, Parrales señaló ayer que “si dentro de los estudios y análisis que se hacen se considera que eso es pertinente, se lo hará”.

Además informó que la menor será trasladada hoy al área de Gastroenterología y que a la niña se le está dando un aporte nutricional específico para que pueda ganar peso.