A menos de que se presente un cambio económico drástico que restrinja los créditos y afecte la capacidad de endeudamiento del consumidor, el sector inmobiliario espera este año mantener una tendencia creciente, que le permita acercarse a los niveles del 2008.

El año pasado, el ramo comenzó a registrar síntomas de recuperación en la colocación de unidades nuevas frente al bajón que se experimentó en el 2009, como producto de la crisis económica que frenó el acceso al crédito. No obstante, esa recuperación todavía no supera los resultados del periodo antes de la crisis.

La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Viviendas del Ecuador (Apive), gremio que reúne a las 20 mayores compañías, estima que durante el 2010 sus afiliados llegaron a colocar alrededor de 17.000 nuevas unidades, que superan a las 14.000 del periodo anterior, aunque no a las 18.000 que se calculan que se entregaron en el 2008.

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Jaime Rumbea, director ejecutivo de esa asociación, sostiene que si continúa creciendo el financiamiento, si se mantiene la estabilidad económica y se generan más incentivos para el acceso a estratos de menor ingreso, la colocación de nuevas viviendas podría acercarse este 2011 a los rangos del 2008.

La edificación de nuevas viviendas es uno de los sectores que están impulsando parte de la construcción. Este sector, en su conjunto, registró un crecimiento del 5,6% en el Valor Agregado Bruto en el tercer trimestre, según datos del Banco Central.

La curva creciente del sector inmobiliario tiene actualmente parte de su soporte en la reactivación de créditos. Y ello se refleja en el crecimiento de la cartera hipotecaria. En los tres primeros trimestres del año pasado, la cartera hipotecaria originada por la banca privada creció cerca del 30%, frente al mismo lapso anterior.

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Este rubro llegó a $ 495,48 millones de enero a septiembre, es decir, $ 112,68 millones más que en el 2009, según la Consultora MarketWacth.

Si bien la cifra refleja un aumento, sigue por debajo de los parámetros del 2008, cuando se alcanzaron $ 574,17 millones.

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Constructores y promotores inmobiliarios también reconocen que en las señales de recuperación que se percibe en el sector hay un componente importante que se origina de los créditos hipotecarios otorgados por el IESS, cartera que ahora la maneja el Banco del afiliado (Biess).

“Actualmente el IESS se ha convertido en uno de los mayores otorgadores de crédito hipotecario, sus condiciones, tasas y plazos son muy competitivos”, afirma Rubén Chalela, gerente de Corporación Inmobiliare Internacional, que espera colocar durante este año alrededor de 1.200 unidades.

El Biess tiene planes de inversión para llevar de $ 850 millones a $ 1.575 millones los préstamos hipotecarios. Efraín Vieira, gerente del Biess, señaló que esperan aumentar el plazo para pagar los préstamos de 25 a 30 años.

Hace dos semanas, según Vieira, el directorio de la entidad ya redujo la tasa de interés para los hipotecarios al 7,9%.

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El presidente de la Cámara de la Construcción de Quito, Hermel Flores, cree que la “disminución de la tasa de interés posibilitará para que más familias tengan acceso al crédito hipotecario, porque las alícuotas serán menores. Esto significará que habrá más dinero para proyectos inmobiliarios”.

Y aunque hay optimismo en el sector, promotores consultados no dejan de tener cierta inquietud por los movimientos salariales vigentes. Este año, la remuneración aumentó un 10% (de $ 240 a $ 264) y por encima de eso, a las categorías ocupacionales de menor calificación dentro del sector de la construcción se les incrementó el 6%. Esto, según cálculos de promotores, podría generar un impacto de al menos 3% en el valor final de la vivienda, sin contar con cambios en otros costos.

Jaime Rumbea, de Apive, anota que el incremento de salarios es cinco veces por arriba de la inflación y eso podría traer su impacto.

Más planes para nivel medio-bajo
Más de 20 proyectos de vivienda y departamentos estarán en proceso de construcción o en fase de promoción en Guayaquil y Quito durante este año.

La oferta contemplará soluciones habitacionales para un segmento medio, pero en este periodo se incorpora una mayor alternativa que apunta a un segmento medio-bajo.

Daniel Patiño, gerente comercial de la firma Daldry, indicó que una de las tendencias que se verá este año apunta al surgimiento de viviendas de tipo social.

Hasta hace dos años, la mayor parte de planes tenían casas de $ 45 mil a $ 60 mil y para este año las promotoras adicionan rangos de $ 35 mil a $ 40 mil. En ese nivel están casas de Mucho Lote 2.

Según estudios que maneja la Cámara de la Construcción de Quito, la mayor demanda se encuentra en viviendas de hasta $ 35 mil. “Esto significa aproximadamente el 70%”, asegura Hermel Flores, presidente del gremio.