Dos muertos y dos casas se incendiaron en El Tambo la noche del sábado como consecuencia de un choque entre dos tanqueros de combustible. Sus conductores presuntamente ingirieron alcohol minutos antes en el centro cantonal.

Desde la salida del cantón Cañar, en la Panamericana que conecta esta provincia con la costa ecuatoriana y la sierra norte del país, aproximadamente a un kilómetro de distancia, se observaba la gran antorcha que provocó la explosión de dos tanqueros de combustible que chocaron, mientras se dirigían desde Guayaquil hasta Cuenca, a las 22:00 aproximadamente.

Nadie sabe exactamente lo que ocurrió, solo los moradores del sector Cuna del Sol, donde existe una urbanización, ubicada a 30 metros del choque, salieron por el susto que causó la primera explosión y otros cuando luego de casi una hora explotó el segundo vehículo.

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“A esa hora todo el mundo duerme en este cantón y más con el frío de estas noches nadie sale”, dijo un menor de edad que se encontraba dialogando con un amigo cerca del sitio del incidente.

“Nosotros vimos como iban juntos invadiendo el otro carril, parece que competían, incluso casi le chocan a un carrito pequeño rojo que no le daban paso y cuando unas de esas un tanquero le tocó apenitas atrás al otro, salieron chispas y más abajito explotó no más, fue feísimo gritamos del boom que sonó”, dijo el otro joven.

Los bomberos de Cañar y El Tambo solicitaron ayuda a sus similares de Cuenca, que acudieron luego de una hora para asistir el incendio y evitar que las llamas se propaguen, ya que dos casas pequeñas ubicadas a la marguen izquierda del carretero, con dirección de Norte a Sur se quemaron y tres personas resultaron heridas.

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Los conductores quedaron atrapados entre las llamas y minutos más tarde fallecieron calcinados. “Es difícil saber a ciencia cierta que pasó con los choferes, especialmente del segundo tanquero, que no salió con la primera explosión, posiblemente quedó inconsciente tras el choque”, dijo uno de los rescatistas.

También es difícil conocer exactamente el número de víctimas, ya que según Cristóbal Rojas, camionero de la empresa Molina-García de la ciudad de Cuenca, los conductores de ambas unidades viajaban solos.

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El camionero dijo que un vehículo estaba conducido por Manuel Romero, de aproximadamente 55 años, y el otro por Víctor Padilla, de 35 años.

No obstante, Fernando Figueroa, subcomandate del Cuerpo de Bomberos de Cuenca, dijo que presumiblemente y por los vestigios de los cuerpos calcinados, en uno de los cargueros de combustible iban dos tripulantes.

“En un tanquero encontramos dos pelvis, pero habría que reconstruir los cuerpos para saber cuantas víctimas resultaron, además tenemos versiones de que antes del choque atropellaron a un peatón y que también se quemó un auto pequeño, pero eso solo se podrá saber luego de exámenes de laboratorio que resulten de las investigaciones”, dijo Figueroa.

Versiones
Según las versiones de testigos, aproximadamente a las 21:00 los conductores de los tanqueros accidentados y de otros que venían con combustibles de Guayaquil a la terminal de Petrocomercial en Cuenca, descansaron en un restaurante de El Tambo, pero también ingirieron alcohol.

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“Una vecina llamó a la Policía para decirle que incluso los camioneros estaban peleando y que nadie les convencía de que no vayan manejando a Cuenca, pero nunca nadie llegó para impedirlo”, dijo la propietaria de otro restaurante.

Las mismas versiones que recibió la Policía aseguran que apenas salieron del restaurante, los conductores empezaron a competir en sus unidades y aproximadamente a 500 metros de la salida del centro cantonal, con dirección al cantón Cañar chocaron. Un vehículo perdió el control, se volcó al costado derecho de la vía, desviado por un montículo de tierra, lo que evitó que se impacte contra las casas de la urbanización Cuna del Sol.

Equipo técnico
“Cuando llegamos la antorcha impedía, a unos 100 metros que los bomberos nos acerquemos para apagar el fuego”, dijo Figueroa.

En ese momento se observaba como los hierros de los dos vehículos se retorcían por efectos del fuego y el asfalto quemaba el asfalto, “no podemos calcular los grados centígrados que provocó el calor del incendió y la explosión”, acotó el subcomandate del Cuerpo de Bomberos de Cuenca.

La falta de hidrantes en el sector del accidente complicó el trabajo de los bomberos que por eso utilizaron una especie de piscinas que se trasladaron desde Cuenca y en las que se mezcló una porción de agua, por tres de gliserol, en un total de 50 galones para evitar que el fuego se propague.

“Un tanquero era presuntamente de gasolina y el otro de diesel, con el agua se le da oxígeno y el fuego se expande, pero el gliserol provoca espuma que le quita oxígeno, como ocurre con el combustible de las aeronaves”, explicó figueroa.

Tres rescatistas resultaron afectados, 2 de Cañar heridos y uno de Cuenca asfixiado, pero recibieron primeros auxilios y se encuentran fuera de peligro.