Conocedora de los múltiples problemas que han tenido los agricultores con créditos para fomento agropecuario en el país y como hija de agricultores y conocedora del sector, asumí el reto de dirigir el Banco Nacional de Fomento como Presidenta del Directorio con la esperanza de que los productores ya no tengan que emigrar a otros países ni a las grandes ciudades a engrosar las filas de desempleo e inseguridad.

El enfoque de esta administración es concentrar el crédito en los sectores productivos del país, especialmente a las personas que verdaderamente requieren de nuestros créditos para producir la tierra y fomentar el desarrollo. En poco tiempo se sentirá el cambio en el BNF y por esta razón estamos modernizándolo con la implementación de una nueva plataforma informática para agilizar y mejorar la calidad de atención a clientes con créditos más oportunos; estamos desarrollando estrategias para mejorar la gestión administrativa y la imagen institucional, propiciando así una nueva cultura de servicio dentro de la organización.

Nuestra nueva visión como banca de desarrollo y una firme decisión política nos ha llevado a estructurar técnicamente y de forma inmediata la incursión como banca de segundo piso, para canalizar las operaciones de financiamiento a productores a través de créditos a cooperativas calificadas, que servirán de intermediarios al cliente final y que permitirá llegar a lugares donde el BNF no cuenta por el momento con oficinas. A través de este nuevo renacer del Banco Nacional de Fomento estamos reactivado nuestras 137 agencias con el único propósito de llevar recursos para fomentar el desarrollo en las zonas rurales y excluidas de la patria creando las Finanzas Populares para implantar un desarrollo integral, soberano y digno, único instrumento para mitigar la pobreza, a través de principios claves por parte de nuestros funcionarios con eficiencia, honestidad y vocación de servicio. Ahora más que nunca tendremos un banco de puertas abiertas y un agro más rentable.